Recuperación emocional, lo mejor para las víctimas
La Unidad para las Víctimas continúa desarrollando en el Eje Cafetero todo un trabajo en el aspecto psicosocial, con el fin de cumplirle a las víctimas en uno de los aspectos más relevantes de su objetivo misional, la recuperación emocional.
Uno de los puntos de mayor relevancia dentro de la Ruta de Reparación Integral que cumple la Unidad para las Víctimas, es la estrategia de Recuperación Emocional que en el Eje Cafetero está en mano de un grupo de profesionales de la psicología que está conformado por seis personas.
El principal objetivo de dicha estrategia es dar respuesta a las necesidades psicosociales de las víctimas, a través de sesiones grupales en las cuales la experiencia personal posibilita dialogar con otras víctimas y tratar de comprender los hechos victimizantes a través del relato de las historias, apuntando hacia una superación.
“Siempre he dicho que uno de las estrategias más importantes que desarrollamos en la Unidad es la de recuperación emocional, es a través de allí que logramos que la gente vuelva a creer en sí misma y que proyecten nuevas metas personales y familiares”, apuntó Ómar Alonso Toro Sánchez, director territorial en el Eje Cafetero.
Dicha actividad tiene lugar a través de nueve encuentros, en los que se genera un espacio de confianza, seguridad y solidaridad entre los participantes buscando fomentar la recuperación desde el trabajo en grupo, la construcción de significados, la autorregulación emocional y la representación simbólica del sufrimiento.
Más de 800 víctimas del conflicto armado en esta zona del país se han beneficiado con esta estrategia, tanto en la parte colectiva como en casos que han sido detectados como especiales y que han requerido de un trato individual.
“La doctora Lina se ha convertido casi que en una mamá para mí, a través de este programa he podido sacar todo este sentimiento que tenía represado en el alma y la frustración de no poder hablar de todo lo sucedido, ahora es diferente ya camina uno con la frente en alto y tratando de seguir adelante con los proyectos”, afirmó Clovia Linares, víctima de reclutamiento forzado, violencia contra la integridad sexual y la desaparición forzada de su esposo.
Ángel Rodríguez, integrante de la Mesa Municipal de Participación de Víctimas y quien se encuentra registrado en la Unidad por el hecho de desplazamiento forzado, también participa de este programa: “Con todos estos talleres queremos hacer un proceso de superación personal de lo acontecido; hasta la fecha creo que lo estamos logrando. El aspecto psicológico se hace más fuerte y la tranquilidad llega a la vida de los participantes; es un proceso de orientación y trabajo duro a través del cual podemos sanar heridas y proyectarnos hacia un mejor futuro”.
En el Eje Cafetero se han abierto grupos en las ciudades capitales de Pereira y Armenia, además en municipios como Santa Rosa, Santuario, Belén de Umbría, Riosucio, La Virginia, Dosquebradas, Filandia, Génova, Circasia, Salento, Pijao, Córdoba, Calarcá, Tebaida, Buenavista, Montenegro y Quimbaya.
De igual manera en el departamento de Caldas se cumple un trabajo muy especial y diferenciado con la comunidad del resguardo indígena San Lorenzo, beneficiando a más de 1.000 emberas chamíes de los 11.000 que conforman esta localidad cercana al municipio de Riosucio.