La Unidad para las Víctimas se une este lunes al Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo a Víctimas de la Tortura, en honor a los afectados por este flagelo en Colombia, que ascienden a casi 10.000, según el Registro Único de la entidad.

Cada 26 de junio, desde 1998, la ONU conmemora el Día Internacional en Apoyo a Víctimas de la Tortura, y la Unidad para las Víctimas no es ajena a la jornada, teniendo en cuenta que es uno de los hechos que han padec ido los sobrevivientes colombianos a lo largo de más de medio siglo de conflicto armado.

De acuerdo con el Registro Único de Víctimas (RUV), 9.873 personas han reportado haber padecido este delito, de los cuales la mayoría han sido hombres (5.907), seguidos por mujeres (3.769) y personas de la comunidad LGBTI (15). Del número restante, no se tiene información.

La tortura ha afectado además y en una gran mayoría a personas entre 29 y 60 años (5.470).

Esta técnica ha sido empleada por los distintos grupos armados para intimidar a la población civil y forzar, en algunos casos, su desplazamiento, que es el delito más común entre el universo de más de ocho millones de víctimas registradas ante la Unidad.

Teniendo en cuenta que este crimen coarta la personalidad de las víctimas, y pretende mermar su actividad política y social, la entidad hace un llamado a cesar esta práctica para siempre.

El acuerdo de esta semana sobre el punto 3 de las negociaciones de La Habana, sobre el “Fin del Conflicto”, significa un primer paso para erradicar este delito. Sin embargo, y teniendo en cuenta que otros grupos armados han empleado la tortura como arma de intimidación, aún queda un gran reto en este sentido.

De acuerdo con Luis Emil Sanabria, director de la Red de Iniciativas por la Paz (Redepaz) y víctima de tortura, “desafortunadamente en el mundo se ha torturado y se sigue torturando a personas por su ideología, condición social, política o económica, o racial y es un mal en el mundo que hay que erradicar y que hay que poner en evidencia, porque la mayoría de los estados y de los grupos que cometen ese terrible delito no lo reconocen y creo que parte fundamental del reconocimiento de la tortura, como un daño a las personas y a las comunidades, es ponerlo en evidencia y conmemorar este día tan importante”.

En lo que hace referencia a la firma del Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo, y la Dejación de las Armas, entre el Gobierno Nacional y las FARC que se realizó en La Habana el jueves anterior, el director de Redepaz señaló que “estamos muy contentos y eufóricos porque esta ha sido una lucha y un derrotero y la misión de Redepaz porque se para la guerra entre el Estado y las FARC y seguramente la firma del acuerdo final estará muy cerca para que el júbilo sea mayor”, concluyó Sanabria.

La Unidad seguirá brindando la atención y reparación necesaria para quienes hayan padecido este flagelo, como lo ordena la ley 1448 de 2011, o Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.