
La recuperación emocional fortalece a más de 7 mil sobrevivientes del conflicto en Antioquia
La estrategia de la Unidad para las Víctimas ha beneficiado en Antioquia a 7.100 personas en 56 municipios. Este año la meta es llegar a más de dos mil.


“Aprendimos a valorarnos, a botar los miedos que teníamos como víctimas como ser rechazados para seguir adelante... Yo fui violada por los de las Farc”. Es el final de su proceso de recuperación emocional y Claudia se ve fortalecida en su lucha para superar los traumas de la violencia sexual.
Su experiencia victimizante ocurrió en una vereda de San Carlos asolada por la violencia del grupo guerrillero. “Cuando estaba pequeña, la guerrilla venía y se llevaba a las niñas de 12 y hasta de 10 años y las ponían a cargar un fusil o las violaban… Yo fui una de ellas”.
Siguieron años de sufrimiento por el abuso sexual, además del asesinato de dos hermanos y otros familiares, que ocasionaron el desplazamiento forzado de la familia. “Tuvimos que dejar nuestra tierra y sufrir todo eso es muy duro”, recuerda Claudia, a quien las secuelas sicológicas volvieron una persona desconfiada, triste, aislada y con su autoestima destruida.
En busca de ayuda accedió a participar de la Estrategia de Recuperación Emocional Grupal que implementó este año la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas en el municipio de Caldas.
Después de tres meses de trabajo para superar sus experiencias de sufrimiento y temores, la autorregulación emocional y la reconstrucción de sus proyectos de vida, Claudia siente el efecto reparador en su vida: “Me ayudó mucho conocer personas que pasaron por situaciones iguales o peores que la mía. Entre todos nos desahogamos de esos miedos y rencores y aprendimos a valorarnos como sobrevivientes y apreciar lo que tenemos”.
Ese efecto reparador se refleja en los cuadros que 37 víctimas del municipio de Caldas pintaron para el acto de cierre de su proceso sicosocial, que denominaron “Del dolor a la luz”. Ante el público reunido en el auditorio, expusieron la pintura que muestra una paloma que alza vuelo en libertad, que para ellos simboliza su deseo de superación. También un árbol frondoso que crece y da frutos en medio de montañas, en referencia a la vida productiva que quieren recuperar.
“Queremos salir de la oscuridad y ver la luz gracias a esta transformación que todos queremos con nuestras vidas, con nuestros hogares y nuestros país, porque queremos lograr la paz y lo quisimos expresar con esta paloma”, manifestó una de las víctimas que destacó su recuperación emocional.
El programa también se desarrolló con un grupo de 20 víctimas en el municipio de Itagüí y con 19 personas más en La Estrella. Como acto simbólico, en Itagüí sembraron el “árbol de la vida”, dejando inscrito un mensaje de resiliencia: “Los sobrevivientes del conflicto armado hemos tratado de dejar atrás un triste y doloroso pasado y este árbol significa la transformación que hemos tenido en nuestras vidas”.
Estrategia que reconstruye proyectos de vida
Hasta ahora, la Estrategia de Recuperación Emocional ha beneficiado a 7.100 personas en 56 municipios antioqueños y es implementado por los equipos sicosocial y de medidas de satisfacción de la Unidad para la Reparación a las víctimas. Mediante actividades sicosociales, se promueve confianza, seguridad y solidaridad con enfoques de género (mujeres, personas mayores, niñez) para superar los hechos victimizantes sufridos.
“Durante las sesiones en grupo estas personas lloraron y se desahogaron compartiendo sus experiencias de dolor en grupo, pero también rieron, dibujaron y descubrieron sus fortalezas y resistencia para reconocerse como sobrevivientes que pueden rehacer su vida social y productiva”, explica la sicóloga a cargo del proceso en Caldas.
Las víctimas reconocieron que recuperaron “seguridad, respeto, esperanza y la paz interior para enfrentar la adversidad tras el daño sufrido y retomar nuestros proyectos de vida”.
Según el director de la Unidad para la Reparación a las Víctimas en Antioquia, Jorge Mario Alzate, “para este año la meta es beneficiar a más de dos mil víctimas (adultos y menores de edad) con esta estrategia sicosocial como parte de su reparación integral”.