Hasta la fecha, Transformando Mi Futuro ha atendido 2.385 de siete departamentos del país. En el 2016, se llevará a cabo este programa en los departamentos Atlántico, Valle, Meta y Risaralda, beneficiando a 800 personas afectadas por el conflicto armado.

La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas llevó a cabo en los municipios de Villavicencio y Granada (Meta) la socialización del programa “Transformando mi futuro”, con el fin de fortalecer las capacidades de 200 víctimas del conflicto armado y que estas tengan herramientas para dar un uso adecuado a la indemnización que recibirán por parte de la Unidad.

En esta jornada de socialización, se explicó en qué consiste el programa, los alcances, los requisitos y los compromisos que se adquieren al ingresar. ‘Transformando mi futuro’ es un programa dirigido a las personas afectadas por el conflicto armado, donde los gestores sociales brindan las herramientas necesarias en la casa de las víctimas, por lo menos una hora a la semana, para orientarlas en todo lo relacionado con los negocios o unidades productivas.

El desarrollo de los módulos de estudio se realiza a través de una tablet, facilitada por la Unidad, para beneficio del hogar, recibiendo capacitación también en el ámbito tecnológico. Esta herramienta será utilizada tanto por el gestor como por el participante y sólo podrá vincularse un miembro del mismo núcleo familiar. 

Carlos Arturo Pardo Alezones, director de la Unidad para las Víctimas en Meta y Llanos Orientales, indicó que “Transformando Mi Futuro” inició  en el 2013, año en el cual se conformó una mesa de trabajo constituida por el Departamento para la Prosperidad Social, la Unidad para las Víctimas y Fundación Capital, cuyo objetivo es el definir una ruta de acompañamiento y trabajo conjunto para las víctimas del conflicto armado.

Así, se reforzaron los conocimientos de las víctimas  en educación financiera, especialmente de aquellas interesadas en la creación o el fortalecimiento de proyectos productivos y la promoción del ahorro.

En el 2016, se busca llegar a 800 participantes en los departamentos de Atlántico, Valle, Meta y Risaralda. Para ello, se han definido unos criterios de evaluación que permitirán llegar a nuevas víctimas, según concluyó Carlos Pardo.