1.394 víctimas del Bajo Cauca antioqueño evidencian el efecto reparador de la recuperación emocional
Se hicieron presentes víctimas de los municipios de Cáceres, Caucasia y Tarazá y un número importante de adultos mayores y mujeres cabeza de familia. También se logró brindar atención a la comunidad indígena Emberá-Chami.
La Estrategia de Recuperación Emocional desarrollada por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas impactó con un efecto reparador a 1.394 víctimas del conflicto en los municipios de Cáceres, Caucasia y Tarazá, quienes participan de un proyecto de atención sicosocial exitoso durante los últimos 15 meses.
La intervención de un equipo de sicólogos capacitados en la atención a esta población vulnerable permitió generar espacios de confianza, seguridad y solidaridad entre los hombres, mujeres y jóvenes participantes, quienes fueron orientados con enfoques de género para superar sus experiencias de sufrimiento y temores, la autorregulación emocional y la reconstrucción de sus proyectos de vida.
Alba Helena García, directora de Gestión Interinstitucional de la Unidad para las Víctimas, destacó “la articulación entre las alcaldías y el Gobierno Nacional, a través de la Unidad para la Reparación a las Víctimas, para tener un mayor impacto social. En este caso se beneficiaron más de mil víctimas de una estrategia que pretende la recuperación emocional”. Y agregó que el proyecto “incluyó un número importante de adultos mayores y centenares de mujeres cabeza de familia. También se logró brindar esta atención a miembros de la comunidad indígena Emberá-Chamí en esta región tan golpeada del país”.
De la recuperación emocional dan testimonio las víctimas beneficiadas del convenio entre la Unidad para la Reparación a las Víctimas, las alcaldías municipales y el cooperante International Relief and Development (IRD).
Ellas fueron protagonistas del evento de cierre del proyecto realizado este viernes en Caucasia, en el que participaron de un acto simbólico, compartieron su experiencia reparadora y al final danzaron. Entre los beneficiados con la estrategia de recuperación emocional está Javier, víctima del municipio de Tarazá: “Yo aprendí a conversar con las personas sin sentir ese miedo que traía desde que me desplace con mi familia… ahora salgo a pasear, cuando primero no salía a ninguna parte. Mis amigos me dicen que cambié bastante porque gracias a Dios y a este programa yo soy más alegre y me valoro más”.
A través de la lúdica, el dibujo, los ejercicios de memoria y las experiencias de superación y resistencia que compartieron entre sí durante las sesiones grupales, las víctimas reconocieron sus fortalezas. Según ellas; el amor, la familia, el respeto, la esperanza, la resistencia para superar la adversidad y el apoyo de sus organizaciones fueron soportes para sobrevivir tras el daño sufrido en medio del conflicto.
Según Ingris Polanco, Enlace Municipal de Víctimas de Caucasia, el proyecto de atención sicosocial, que inició el septiembre del año 2014 y finaliza el próximo 23 de diciembre, “sobrepasó la meta inicial de 900 personas atendidas, con un total de 1.394 víctimas participantes de jornadas de atención individual y por grupos en las zonas urbanas y rurales de Caucasia, Cáceres y Tarazá”.
La funcionaria destacó el proyecto como una “respuesta a las víctimas que solicitaron atención sicosocial, porque muchos adultos, jóvenes y mujeres se sentían afectados por las secuelas sicológicas y querían sanar esas heridas para seguir adelante”.
En la ejecución del proyecto de atención sicosocial y fortalecimiento institucional para el acompañamiento psicosocial grupal e individual se invirtieron $359.000.000, de los cuales la Unidad para la Reparación a las Víctimas aportó $251.300.000, los municipios 15.000.000 y la ONG International Relief and Development $92.700.000.
Mejora la atención a víctimas en el Bajo Cauca
El convenio de acompañamiento sicosocial es una de varias estrategias de la reparación a las víctimas del conflicto armado que adelanta la Unidad en el Bajo Cauca antioqueño, que desde abril de este año se fortaleció gracias a los servicios unificados en el Centro Regional de Atención ubicado en Caucasia y a una mayor articulación interinstitucional con Alcaldías, Personerías y organizaciones sociales.
Así lo concluye International Relief and Development (IRD), una ong especializada en desarrollo institucional y asistencia humanitaria, que concluyó en septiembre de 2015 un proyecto de fortalecimiento institucional y empoderamiento de 14 organizaciones de víctimas en Caucasia, Cáceres, Tarazá, Zaragoza, Nechí y El Bagre.
El director de Operaciones de IRD en Colombia, Juan Pablo Franco, destacó que “se fortaleció el acceso a la atención humanitaria inmediata, la atención sicosocial, la afiliación a régimen subsidiado de salud, el estado nutricional de las familias desplazadas y la vacunación a menores de edad”.
Cerca de 4 mil víctimas se han beneficiado de mejor atención y la ayuda humanitaria desde el Centro Regional de Atención para esta región.