Esta conmemoración contó con la participación representantes de las comunicades indígenas Jiw, Embera, Sikuanis, Nasa y Pijao quienes son víctimas del conflicto armado en el departamento del Meta.

Con actos simbólicos, representantes de las comunidades indígenas víctimas del conflicto armado residentes en el Meta, conmemoraron, en la capital del departamento,  el primer año de la firma de los Acuerdos de Paz realizado entre el Estado colombiano y las Farc.

Carlos Arturo Pardo Alezones, director de la Unidad para las Víctimas en la territorial Meta y Llanos Orientales, durante su intervención manifestó que esta conmemoración es muy significativa para la comunidad porque los cambios, reducciones y beneficios ha sido muy significativo  en los sectores afectados por la violencia causada por el conflicto armado y en especial para todos los habitantes del departamento del Meta.

“Es importante que cada uno de nosotros aportemos desde nuestros hogares, desde nuestro entorno, para empezar a generar procesos de convivencia, procesos que nos permitan generar una reconstrucción del tejido social para consolidar la paz en el territorio”, agregó el director.

Así mismo, Carlos León Lozano, gobernador del Cabildo indígena Pijao manifestó que  esta conmemoración es muy significativa para las víctimas del conflicto armado y debemos perdonar a los victimarios para tener una verdadera paz interior.

“Como gobernador y como indígena siento de que debemos perdonar de corazón  para poder brindar un mejor futuro para nuestros hijos, donde puedan tener un territorio digno y continuar con  nuestros  culturas y tradiciones indígenas”, concluyó León.

Por su parte, Ramiro Campo, representante del resguardo indígena Ondas del Cafre residente en area rural del municipio de Mesetas manifestó que por medio de este encuentro los participantes pueden trabajar articuladamente para avanzar en los procesos de Reparación Colectiva.

“En el encuentro las comunidades socializamos como estamos trabajando en cada pueblo para el beneficio de todos” concluyó Campo.

 Así mimo, Manuel Tovar, médico tradicional de la comunidad indígena Betaña del resguardo de Caño Ovejas, área rural de Mapiripán, agregó que gracias a la firma de los Acuerdos esta  comunidad indígena puede dormir tranquilamente porque en esta zona del departamento se respira paz.

“Ahora, gracias a la forma de los Acuerdos de Paz  podemos  trabajar tranquilamente en el campo para cosechar los alimentos tradicionales, así como desplazarnos al municipio de Mapiripán a comprar lo necesario para nuestras  familias”, concluyó Tovar.

Esta conmemoración contó con la participación de representantes de las comunidades indígenas Jiw, Embera, Sikuanis, Nasa y Pijaos, residentes en el Meta, así como funcionarios  de  la Unidad para las Víctimas, la Agencia de Cooperación Alemana GIZ y la Gobernación del Meta.