"A comienzos de los setenta, allá en el Cauca, todo el mundo cultivaba coca y unos hombres aparecían compraban todo por arrobas. En ese tiempo nosotros no sabíamos nada de lo que podía pasar". Para María Luisa, lo mismo que para sus coterráneos, solo era una forma de conseguir el sustento y enfrentar un medio hostil. "Yo vivía en Bolívar, Cauca. Era apenas una niña cuando me violó mi primer esposo. En ese entonces era mi novio. Estaba cocinando el almuerzo y sentí que alguien me tapó la boca, me amarró y me violó. Después supe que era mi novio porque a él le habían dicho que yo no estaba niña y eso era mentira. Quedé embarazada. No le conté a mi mamá porque me daba una trilla, pero le dije a una comadre de ella y ella le dijo mi mamá. Él se fue ese mismo día volado para el Huila pero la policía lo cogió llegando a Popayán y lo devolvieron. A los dos días de haber regresado nos hicieron casar a la brava, es que en ese tiempo los padres sí se hacían sentir. Fue por la iglesia y duramos tres años.

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