Mapiripán (Meta)
Sobrevivió a la masacre de Mapiripán (Meta), luego la desaparición de su esposo, ha sido desplazada varias veces y ha tenido que comenzar de cero otras tantas; sin embargo, es una luchadora incansable y su espíritu no se doblega. Hoy es una de las líderes de víctimas más visibles del Meta.
Hay una imagen que siempre se le viene a la memoria a María Cecilia Lozano cuando recuerda la primera vez que volvió a Mapiripán (Meta) después de la masacre ocurrida entre el 15 y el 19 de julio de 1997. Fue en el 2002, su hijo, de siete años, al ver las verdes sábanas de la que era su nueva casa comenzó a correr como un loco. Alzaba los brazos como un avión y decía, a grito entero, ‘me siento libre’. Cecilia y su esposo, Héctor Augusto Vega Lugo, no pudieron evitar las lágrimas. Sabían muy bien lo que eso representaba y la causa de esa repentina reacción de su hijo mayor: el desplazamiento.