Mayo 22 2021 - Mocoa - Putumayo
Sus manos sudaban, prefería no mirar al público, cerró sus ojos y se lanzó a cantar con alma y corazón. Así fue la primera vez que Leidy enfrentó sus miedos y temores. Era una presentación en su colegio en el grado 11 y después de eso, pensando en que no había salido muy bien, prefirió dejar en el olvido ese fugaz pasatiempo.
Leidy es una imponente morena de 1,62 de estatura y por donde pasa llama la atención. Es ingeniera ambiental, graduada en el Instituto Tecnológico del Putumayo en Mocoa, ciudad donde actualmente vive.
Nació en Cali, pero a los 3 años su familia se trasladó al Putumayo, allí pasó parte de su niñez hasta que los enfrentamientos entre el Ejército y los grupos armados les dio un gran susto y tuvieron que dejar todo para desplazarse nuevamente a Cali. “Desde pequeña he sido un poco tímida y callada creo que debido al entorno en el que crecí, en el campo, no tenía muchos amigos y no vivía cerca de otros niños y también por el tema del conflicto”, cuenta. Se confiesa como una persona muy creativa, a la que además de cantar, le gusta bailar, escribir, hacer videos y editarlos.
Al ingresar a la Universidad una amiga descubrió su talento y la impulsó a lanzarse de nuevo, a volverlo a intentar y a luchar por enfrentar uno de sus más grandes miedos, dirigirse a un público. Una vez más lo hizo, esta vez un poco más madura y con la convicción de entregar todo de sí para cautivar… Y lo logró…
“Canté el Yerberito de Celia Cruz y fue una experiencia maravillosa porque soy muy nerviosa y tenía que presentarme ante muchas personas, no sé cómo lo hice, pero los compañeros me hicieron mucha barra durante la presentación y fue muy chévere. Esa fue la primera vez que canté frente a un público tan grande y fue muy importante para ir superando esos nervios que me han caracterizado a lo largo de mi vida”, recuerda.
Desde allí cantar se convirtió en su principal hobbie pues, aunque lo hace de forma empírica, ha tenido la oportunidad de cantar en importantes eventos organizados por el Ejército o por las Mujeres Tejedoras de Vida o incluso alguna vez lo hizo durante la celebración del cumpleaños de Mocoa.
La familia y las metas
José Possú, líder comunitario en la Vereda Las Planadas de Mocoa es integrante de la Mesa Municipal de Víctimas, es su papá. Tiene 58 años y se desempeña como maestro de construcción. “Él es alguien que admiro mucho, es una persona muy fuerte, nunca lo he visto llorar. Le gusta estudiar, a su edad está haciendo un técnico en proyectos y quiere seguir estudiando, no le importa la edad”.
Su mamá es de Villagarzón Putumayo, dice que a ella le gusta hacer de todo un poco, aprendió modistería, peluquería y actualmente trabaja con gallinas. “Ella es de un carácter fuerte, es maravillosa, un ejemplo a seguir. Con mucho esfuerzo nos sacó a sus hijos adelante en medio del conflicto que es algo difícil cuando se trabaja en el campo, pero al final aquí estamos”, comentó. Tiene dos hermanos, uno mayor que vive en Cali y su hermana menor que acaba de terminar el bachillerato.
Leidy asegura que por su color de piel sintió un poco de discriminación en el colegio cuando era niña, pero que es importante la crianza desde casa y el acompañamiento constante de la familia para que los niños de su color aprendan a aceptarse tal cual como son y no crezcan con inseguridades.
“Yo en algún tiempo tenía complejos por mi color de piel y mi cabello, pero en la actualidad ya no. Considero que mi cabello es muy hermoso y estoy conforme con mi cuerpo”, dijo tras enfatizar que es importante aprender a aceptarse tal cual como somos porque cada persona es única y no hay que dejarse llevar por los estándares de belleza que impone la sociedad, también dice que es algo que debe inculcarse desde niños para un adecuado desarrollo de la personalidad.
Al referirse a su metas indica que sueña con poder brindarle un mejor futuro a sus padres, tener una casa propia, realizar una especialización y sobre todo viajar por todo Colombia y el mundo. “La vida es corta, es única y no podemos encasillarnos en una sola cosa”, anotó.
Hace tres años recibió por parte de la Unidad para las víctimas el dinero de la indemnización con lo que pudo ayudarse a pagar sus estudios. En la actualidad la Vereda Las Planadas de Mocoa, donde vive con su familia, se encuentra dentro de los planes de retornos y reubicaciones, por lo que está siendo objeto de especial atención por parte de la Unidad para las Víctimas.
En el día en que se conmemora el día de la Afrocolombianidad, Leidy nos contó su historia de vida y además envió un especial mensaje. “Quiero enviar un saludo a todos y decirles que son muy valientes y les hago un llamado a que sigamos trabajando juntos y sigamos reclamando nuestros derechos como comunidad afrocolombiana”, concluyó.
FIN/JES/AMA