Tauramena - Casanare
"Ha habido dos ocasiones en mi vida en las que me he dicho 'voy a hacerme matar y no me importa': cuando enfrenté a mi ex marido y le dije: 'no le acepto un golpe más' y cuando me encaré con el comandante paramilitar que me tenía secuestrada y le grité: 'si quiere máteme pero no le aguanto más una humillación, aquí estoy porque me trajeron con mentiras y ustedes están abusando de mí".
Así recuerda Fennys Tobar, víctima de desplazamiento y retención ilegal, dos momentos intensos de su vida, el tercero fue cuando decidió ser escritora. "La necesidad de cambiar mi vida me llevó a escribir. Siempre fui vendedora ambulante y nunca levanté cabeza, problemas por todos lados. Un día vendí todo, el horno, el molino, las bandejas, lo que tenía del negocio, y me fui de Tauramena (Casanare), para Bogotá. Fueron seis meses duros, pero así pude hacer Las tres orillas, mi primera novela. Una de mis hijas me ayudaba, trabajaba y me daba para el arriendo. En los ratos libres yo conseguía turnos".