“Un día cuando apareció la violencia en el sur del departamento fuimos víctimas de esa violencia, pero ahora con el amor de Dios he podido respirar más tranquila”, afirma Eneydis González, una mujer de naturaleza religiosa y creyente.

Está convencida de que el tiempo va pasando y todo va sanando con tranquilidad, “dejando todo a Dios, Él suple todo cuando parece que todo está oscuro”, anota.

Luego de recibir la indemnización por parte de la Unidad, invirtió los recursos en un negocio de ropa para bebés. “Ha sido un negocio que es bueno. Hoy nos va bien y creemos que vamos a tener mejores productos gracias a la Unidad; con insumos, eso nos ayudó para trabajar”, resalta.

“Vengo confeccionando ropa de niña porque me gusta y me apasiona y mi sueño más adelante, mi proyecto de vida, es tener una empresa grande de línea de ropa de bebés”, dice.

En su opinión, las adversidades solo se vencen con responsabilidad y “luchando por lo que uno quiere, porque hay que trabajar y responder por los hijos para que tengan un mejor futuro, pero también ayudando a otras personas, si se puede”.  

Tras declararse una mujer esforzada e impulsora de grandes ideas, Eneydis recomendó a todos los afectados por cualquier fenómeno de violencia seguir luchando para salir adelante. “Con el amparo del padre celestial hay que continuar”, subraya.

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