Sep
15
2020

Yilberth y Julián, dos charaleños que cambian su historia gracias a la educación

Estas dos jóvenes víctimas de desplazamiento forzado en Charalá encontraron en la disciplina, el esfuerzo y la resiliencia, la forma de abrirse un espacio en importantes universidades de Colombia.

SantanderBucaramanga

Encontrar el camino en medio de una maleza de dificultades es un proceso que requiere fortaleza y el anhelo de salir a adelante a pesar del pasado, ese es el caso de Yilberth y Julián, dos jóvenes víctimas de desplazamiento forzado en Charalá (Santander), que, con los bolsillos vacíos, pero con valor y deseos de superación son la muestra de que cualquier suceso, positivo o negativo, puede ser el impulso que necesita la vida para perseguir los sueños. 

Yilberth Cárdenas es un joven de 22 años, residente de Charalá, que como víctima de desplazamiento supo desde el principio que la única forma de enfrentar su pasado era ofreciéndose a sí mismo un buen futuro, y que ese futuro, en su caso, dependía del estudio y del esfuerzo que sus sueños exigían. Esa meta llevó a Yilberth a obtener un cupo en la carrera de Química en la Universidad Industrial de Santander, donde espera cumplir su proyecto de vida. “Vengo de una familia víctima de escasos recursos; al ver su situación sabía que el único camino para salir a adelante era la educación. Quiero aportarle al país con innovaciones, me veo a futuro con un doctorado haciendo investigaciones en el campo de la química”, dice Yilberth emocionado. 

Julián Serna es un joven tímido y de pocas palabras. Su sencillez es abrumadora, tanto como su talento. Este joven charaleño de 22 años, multicampeón de tiple en su municipio, es la fiel muestra que la disciplina y la dedicación son peldaños firmes hacia el éxito. A pesar de sufrir el desplazamiento forzado junto a su familia, nunca desvió su visión por un futuro mejor para él y su familia. “Él siempre ha sido muy juicioso, recursivo y muy talentoso”, dice su madre, quien también hace parte de la población víctima del municipio. 

Julián supo desde muy joven aprovechar las oportunidades. En una convocatoria para futuros becarios de la Universidad EAFIT de Medellín, vio la luz que necesitaba para iluminar la oscuridad de su pasado. Aplicó con mucho esfuerzo, ilusión y confianza, y hoy es un orgulloso representante santandereano becado en esta institución antioqueña. Estudia Ingeniería Agronómica y sus sueños no tienen techo.  

La territorial Santander de la Unidad para las Víctimas premió a estos dos dedicados jóvenes con motocicletas eléctricas para su transporte personal, no solo por ser víctimas del conflicto, sino también como ejemplo de superación para su municipio y todo el departamento. La entrega la realizó el director territorial de la Unidad, Gonzalo García, junto a la Alcaldía de Charalá.  

Yilberth y Julián ahora esbozan amplias y agradecidas sonrisas que iluminan sus rostros. Tomarán caminos diferentes, uno para la capital de Santander y el otro para la antioqueña. Sus carreras son diferentes, pero lo que tuvieron que pasar años atrás es similar. No se asemejan en el físico, ni en el carácter, ni en la expresividad; sin embargo, sus ganas de sacar a sus familias adelante a punta de esfuerzo, dedicación y disciplina son idénticas. Ambos prendieron motores para continuar persiguiendo sus sueños y dejar el nombre de Charalá y de sus familias en alto. 

(Fin/MAS/EGG/LMY)