En Santander, la Unidad para las Víctimas trabaja con jóvenes y adolescentes, en una estrategia psicosocial con sentido reparador.

Javier* tiene 17 años y reside en Bucaramanga, hace un año empezó a tocar el acordeón por sus propios medios y a medida que desarrolla sus labores escolares, se dedica a llevar serenatas y a entregar conciertos en los municipios de Simacota y Vetas (Santander) y pueblos circunvecinos del sur de Bolívar.

Desde hace una semana, este joven amante de la música, participa de la estrategia Proyectándonos, dirigida por la Unidad para las Víctimas, que pretende fortalecer el empoderamiento de jóvenes y adolescentes, afectados por el conflicto en el reconocimiento de sus derechos como sujetos de especial protección, y que se encuentran incluidos en el Registro Único de Víctimas.

Son jóvenes de Bucaramanga, Piedecuesta y Floridablanca, los que han participado de esta prueba piloto, que incluye cuatro encuentros virtuales, relacionados con el reconocimiento del pasado, el presente y la proyección de su futuro.

“Sueño con volverme famoso con la música, pero primero, graduarme de la universidad, quiero estudiar ingeniería civil; lo que más me gustó de la actividad es tener en la mente qué es lo que quiero hacer con mi futuro”, afirmó Javier.

La estrategia apunta a la construcción de un sentido reparador y transformador de los recursos de indemnización, hacia la materialización de los sueños que tienen estos jóvenes sobrevivientes del conflicto armado, en ruta a ser reparados económicamente por parte de la Unidad.

*Nombre cambiado por petición de la víctima.

(Fin/YUM/CMC/LMY)