Jun
30
2016

Cultivando paz en Risaralda

Emanuel Augusto Franco Muñoz es un ejemplo fehaciente de que a las personas víctimas también les suceden cosas buenas, porque a pesar de ser un desplazado por el conflicto armado ha sido capaz de sacar a su familia adelante, cultivando la tierra y obteniendo grandes frutos.

RisaraldaPereira

Hace 16 años, Emanuel Augusto Franco Muñoz, fue desplazado por la guerrilla en Puerto Rico (Caquetá). Debió pasar por San Juan de Lozada y el Guayabero (Meta) y finalmente desde el 2006 se asentó junto a su familia en Guática (Risaralda).

A pesar que el panorama no se avizoraba nada alentador, Franco Muñoz pudo sacar a su familia adelante y no dudó en dedicarse de lleno a lo que sabe: cultivar la tierra para que su vida y la de sus protegidos tuviese una nueva esperanza y motivo de salir adelante.

“El desplazamiento es muy duro, uno se ve para enloquecerse, uno no sabe qué hacer, pero la lucha y la fe en Dios nos dio fortaleza. Además el estar enseñado a trabajar desde niño, nos sacó del pésimo momento; nadie está exento de este flagelo, no quiero que le ocurra a nadie más, al final uno no se puede echar a morir por eso y los frutos de la tierra ayudan a borrar todas esas imágenes trágicas”, argumentó este campesino.

Y sin duda alguna Emanuel tiene toda la razón, hace tan solo 8 días la tierra le brindó una gran sorpresa, desenterró una yuca de 2,35 metros de longitud, 81 centímetros de diámetro y 44 kilogramos de peso e incluso llamó a la inspección de policía para que le certificaran tal hallazgo. Definitivamente a las víctimas del conflicto armado también les suceden cosas buenas.

“La yuca fue sembrada hace cuatro años en medio de un maizal, arranqué los demás palos y quedaron solo dos, cada año le cortamos el copo y hace ocho días empezamos a sacarla, nos encontramos con una bendición de Dios. Cuando comencé a arrancarla vi que era una sola, excavé y me di cuenta que era algo grande cuando ya íbamos en un metro”, dice con sorpresa.

Desde el desplazamiento Emanuel y su familia siempre han visto la mano del Gobierno en su hogar, desde la existencia de Acción Social, que les colaboró con casa e implementos para el campo, las tierras y ahora la Unidad para las Víctimas que les ha otorgado una gran asesoría en el tema psicosocial recuperando su tejido familiar y la confianza en sí mismos.

“A través de la doctora Mónica Navarro hemos sentido un gran apoyo por parte de la Unidad para las Víctimas, el apoyo psicológico ha sido enorme; ella es de esas personas que van al campo y se untan, brindan amor. Ojala así fuesen todos los funcionarios, esperamos aprovechar esta situación para que el doctor Alan Jara pueda visitar nuestra parcela y nos apoye en el montaje del proyecto productivo de café”, expresó Franco.

Y es que este desplazado junto a su familia no se ha querido quedar atrás y por eso desde hace varios años ha trabajado de manera incansable para montar una parcela con 7.000 palos, logrando cultivar un café especial, con beneficios para el colon y 90 % orgánico. Solo les falta una maquinaria que le ayude a producir mayor volumen y esperan conseguirlo a través de la indemnización administrativa.

Jackeline Vargas Barreto y sus dos niños Emanuel y Angie Yulieth, son el motor de todo este proceso, y desde la Unidad para las Víctimas se seguirá prestando toda la asistencia posible para hacer de esos sueños una realidad.

Acerca del proceso que actualmente atraviesa el país este es su concepto: “El estado tiene que llegar al campo, con salud y educación. Tanto gobierno como guerrilla se deben fijar en las víctimas y que se invierta socialmente en el campesino. Unidos podemos sacar a Colombia adelante, nací y crecí en medio de la guerra, pero creo que es tiempo de la reconciliación”.

“A veces nos sentimos solos, pero el mensaje es a que nunca se desanimen, todo tiene un comienzo y un fin; yo he sido parte de las mesas de participación y creo que debemos dar ese salto hacia un país en paz, con verdad, justicia y garantías de no repetición. Somos gente buena, gente campesina, gente noble, que lo único que pretendemos es volver a vivir como vivíamos antes”, concluyó.