La Unidad reafirma su compromiso con mujeres víctimas
Resilientes, emprendedoras, empoderadas, son algunas de las palabras que definen a las mujeres afectadas por el conflicto, las cuales son motivo de exaltación en el marco de esta conmemoración este 8 de marzo.
En el Día Internacional de la Mujer, la Unidad para las Víctimas resalta las habilidades, fortalezas, capacidades y resistencia de las mujeres afectadas por el conflicto en el país, que asumen retos cada vez más grandes hacia el cumplimiento de sus sueños, desde los diferentes roles que ocupan en la sociedad.
Según la entidad, 4.192.062 de mujeres se encuentran en el Registro Único de Víctimas (RUV) como garantía de acceso a la oferta institucional del Sistema Nacional de Atención y Reparación a Víctimas (SNARIV). De ellas, 569.040 se reconocen como negras o afrocolombianas, 228.534 son indígenas, 4.769 raizales, 4.665 gitanas o rom, 3.825 palenqueras y 3.381.229 consideran que no tienen pertenencia étnica.
Los departamentos de Antioquia, Bolívar, Magdalena, Nariño y Valle del Cauca agrupan históricamente la mayor cantidad de mujeres víctimas de la violencia por hechos como desplazamiento forzado, amenaza, pérdida de bienes muebles o inmuebles, actos terroristas y delitos contra la libertad y la integridad sexual en desarrollo del conflicto armado.
En el esfuerzo por garantizar la atención y reparación integral por los daños causados a causa de la violencia, “cerca de 101.863 mujeres recibieron su indemnización económica desde el 2018 a la fecha, con una inversión de $927.486’837.608 millones”, aseguró Ramón Rodríguez, director general de la Unidad para las Víctimas.
De otro lado, desde 2013 se han entregado unidades de negocio a 7.232 mujeres, lo cual les permite alcanzar estabilidad social y económica. Así mismo, desde el 20 de marzo de 2020 hasta el 31 de enero de 2021, 6.168 hogares con jefatura femenina recibieron ayudas humanitarias en dinero por valor de $6.021.209.346, indicó Rodríguez.
Entre otras acciones, siete organizaciones de mujeres han sido admitidas históricamente como sujetos de reparación para el resarcimiento y la no repetición de la vulneración de sus derechos, lo cual, además del incentivo económico y comunitario, ha permitido el reconocimiento de su historia, su rol como lideresas, la recuperación de iniciativas de memoria, el fortalecimiento de procesos organizativos, la confianza y la solidaridad en colectivo.
La Unidad para las Víctimas, a través de su grupo de enfoque psicosocial, ha venido cualificando y ampliando su oferta de atención y acompañamiento a mujeres víctimas, el ajuste de la atención individual presencial a la atención telefónica en tiempos de aislamiento social y la virtualización de la estrategia “Fortaleciendo Capacidades”, en la que el mayor número de participantes y personas atendidas son mujeres.
(Fin/YUM/COG)