La mayoría de ellas recibieron orientación en el centro regional de atención a víctimas de Apartadó.

La Unidad para las Víctimas en Urabá-Darién ha atendido a 12.700 víctimas del conflicto armado, entre mujeres, niños, niñas, adolescentes, personas mayores y personas con discapacidad en lo que va de año. De ellas, 4.278 fueron orientadas y atendidas en Apartadó, principalmente en el centro regional de la ciudad.

El principio de enfoque diferencial reconoce que hay poblaciones con características particulares en razón de su edad, género, orientación sexual y situación de discapacidad. Por tal razón, las medidas de ayuda humanitaria, atención asistencia y reparación integral que se establecen en la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley 1448 de 2011) cuentan con dicho enfoque.

En este sentido, durante 2016 se dará continuidad a las actividades focalizadas para grupos de especial protección, como las mujeres víctimas de violencia basada en género, a través de los encuentros que se han venido efectuando. Con una estrategia enfocada en la reparación integral de las mujeres que han sobrevivido a delitos contra la integridad y libertad sexual, se busca el empoderamiento de las mujeres, atendiendo aspectos psicosociales y jurídicos, y brindando herramientas que les permita rehacer sus vidas. La Unidad, apoyada por la corporación SISMA Mujer, concretará esta primera fase mediante un encuentro en Bogotá con las 15 mujeres que vienen siendo acompañadas en el proceso.

Así mismo, se realizarán las jornada ‘Proyectándonos’, dirigidas a niños, niñas y adolescentes víctimas, y se llevarán a cabo ferias universitarias para jóvenes. Con la apertura de la ludoteca para el esparcimiento y aprendizaje de la niñez, se espera adecuar entornos amigables para esta población afectada por el conflicto.

Igualmente, se desarrollarán acciones para brindar una mejor atención a los sujetos de especial protección constitucional, tales como las personas con identidades de género y orientaciones sexuales no hegemónicas, las personas mayores, las personas con discapacidad, los pueblos indígenas, las comunidades negras, afrocolombianas, raizales, palenqueras y el pueblo Rom.

Para la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Urabá-Darién, Ángela María Hernández Peña, este será un año de grandes retos. “Este es un año decisivo no solo por los retos y compromisos pactados con nuestras víctimas, sino también por los desafíos que se acercan frente a la construcción y consolidación de la paz”, precisó la directora.

De esa manera se dará continuidad a las diferentes acciones de acompañamiento integral, como  los talleres de educación financiera, para la adecuada inversión de los recursos recibidos a través de la indemnización administrativa, que la Unidad efectúa en el cumplimiento efectivo a la población vulnerada por el conflicto.

A través del centro regional, los nueves puntos de atención y las jornadas integrales, se ha logrado la implementación del enfoque diferencial, y la puesta en marcha de estrategias piloto que conduzcan al efectivo acompañamiento a las víctimas.