Mayo
24
2017

717 mujeres en el Valle fueron víctimas de delitos contra la integridad sexual en medio del conflicto

En todo el país, 18.544 mujeres padecieron este tipo de daños durante la guerra. Mañana, 25 de mayo, es el Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de la Violencia Sexual.

Valle del CaucaCali

De acuerdo con la Unidad para las Víctimas, 815 personas del Valle del Cauca fueron afectadas por delitos contra la integridad sexual en el marco del conflicto armado (datos con corte a abril del 2017). De ellas, la mayoría son mujeres (717), lo que corresponde al 87 % de las víctimas.

Setenta y ocho hombres también han sido víctimas de estos hechos. Tres de los afectados indicaron ser de la comunidad LGBTI y 17 personas no aclararon su género.

No obstante, el número de hechos de este tipo que han sido declarados en el Valle del Cauca (el delito no necesariamente ocurrió en este departamento) es superior: 1.181 casos. De ellos, 1.051 corresponden a mujeres, 106 a hombres, 3 a LGBTI y 21 no informaron de su género.

Entretanto, en Colombia se estima que en total 18.544 mujeres fueron víctimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual en medio del conflicto armado. De ellas ya fueron indemnizadas por vía administrativa 6.903 (el 37 %), lo que representa $131.503 millones de pesos, reveló la Unidad.

Según registros oficiales, los diez departamentos con mayor ocurrencia de violencia sexual contra las mujeres durante el conflicto son, en su orden: Antioquia, con 3.019 casos; Magdalena, con 1.929; Nariño, con 1.178; Bolívar, con 1.020; Putumayo, con 897; Cauca, con 801; Caquetá, con 758; Valle del Cauca, con 717; Norte de Santander, con 615, y Chocó, con 345.

En su mayoría, según el Registro Único de Víctimas, estas mujeres están entre los 29 y 60 años de edad, con 13.152 damas en ese rango de edad.

El director de la Unidad para las Víctimas, Alan Jara, destacó el papel de las mujeres en el proceso de negociación de La Habana y la manera como se evidenció el enfoque de género en cada punto del Acuerdo de Paz suscrito con la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en proceso de desarme.

“Las mujeres son protagonistas en la aplicación del Acuerdo. En la medida en que se les reconoce como ciudadanas sujetas de derechos, que sufrieron el conflicto armado con unas particularidades distintas a las sufridas por lo hombres, y que así mismo se constituyen hoy en un sujeto político”, señaló Jara.

“Las mujeres tuvieron una participación activa en cada una de las fases de implementación, contrario al imaginario colectivo que las califica como el sexo débil”, concluyó el director de la entidad.

Con la intención de reparar a las mujeres sobrevivientes de violencia sexual de manera integral, la Unidad genera desde el año 2014 espacios de construcción, diálogo y fortalecimiento de proyectos de vida de las mujeres, con un enfoque de derechos, a través de la formulación e implementación de acciones articuladas.

Dichas acciones permiten el acceso prioritario, diferencial y especializado a los componentes establecidos en las medidas de asistencia y reparación.

La estrategia de reparación integral a mujeres víctimas de violencia sexual comprende tres momentos: primero, el acercamiento psicosocial y la orientación en el proceso de registro; el segundo contempla los derechos de las mujeres y asesoría financiera y, el último, tiene en cuenta el intercambio de saberes y lo relacionado al acto simbólico.

En esta estrategia se han realizado 162 encuentros realizados en 28 ciudades del país, en los que han participado hasta la fecha 1.500 mujeres víctimas de violencia sexual.

El Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual es la ocasión para que los colombianos reconozcan que la reparación es parte esencial de la reconciliación nacional luego del sufrimiento que han padecido las mujeres después de décadas de conflicto.

Al respecto, la Corte Constitucional –mediante Auto 092 de 2008–, constató “el impacto diferencial y agudizado del conflicto armado sobre las mujeres del país, dados los riesgos específicos y cargas extraordinarias que les impone por su género la violencia armada”.