
A la memoria de los 11 diputados del Valle, asesinados por las Farc el 18 de junio de 2007
Uno de los hechos de violencia ocurridos en Colombia, que nos hace cuestionar, como sociedad, nuestra capacidad de perdonar, es la muerte de los 11 diputados del Valle, asesinados por las Farc hace 10 años, el 18 de junio de 2007.

Por Alan Jara
Director de la Unidad para las Víctimas
Uno de los hechos de violencia ocurridos en Colombia, que nos hace cuestionar, como sociedad, nuestra capacidad de perdonar, es la muerte de los 11 diputados del Valle, asesinados por las Farc hace 10 años, el 18 de junio de 2007.
Víctimas de disparos por la espalda, en estado de completa indefensión, después de permanecer cinco años en cautiverio, no hay forma de entender qué pudo llevar a sus captores a tomar la decisión de disparar. Uno de los episodios más vergonzosos del conflicto, como lo reconoció incluso, uno de los propios comandantes de las Farc.
Y aun así, el año pasado, las familias de los diputados asesinados, con enorme valentía, se reunieron con la comandancia de ese grupo guerrillero y escucharon sus explicaciones y su reconocimiento inequívoco de responsabilidad. Una reunión que inició en medio del dolor y una gran tensión, concluyó dando algún alivio a los familiares.
“Hoy puedo decir que por fin mi padre se puede ir a descansar en paz”, dijo, después del encuentro, Sebastián, hijo del diputado Héctor Fabio Arismendi.
En varias ocasiones, he dicho que, con mi familia, tomamos hace tiempo la decisión de perdonar, porque es lo que nos ha permitido seguir adelante y no quedarnos atrapados por el rencor.
Y, por supuesto, no nos arrepentimos de hacerlo, pero eso no significa que haya sido una decisión fácil o que en ella no estuvieran envueltas muchas emociones contrarias, que aún siguen ahí.
Un filósofo francés, Jacques Derrida, dio la mejor explicación que se puede dar sobre el perdón. Dijo que solo se puede perdonar lo imperdonable. Que precisamente eso que no tiene ninguna explicación y que nos produce un intenso dolor es aquello que podemos perdonar.
Eso es lo que convierte al perdón en algo tan extraordinario, casi un milagro.
Una década después, los 11 diputados del Valle asesinados y sus familias, le siguen dando al país un ejemplo de lo difícil y lo maravilloso que es seguir adelante.