Dic
17
2015

Palabras de Paula Gavíria Betancur - Entrega de restos Villavicencio

Al ingresar a este auditorio y pasar junto al mural en homenaje a las 29 personas desaparecidas que regresan hoy con sus familias, sentí la invitación da traer a mi voz estas palabras: “No somos sólo un padre o una madre los que sentimos este dolor, somos muchos los que al tener un hijo o una hija desaparecida estamos sufriendo”, se que éstas fueron pronunciadas por uno de ustedes y que son compartidas por todas las personas que están en este lugar.

MetaVillavicencio

Alcanzo a sentir lo esperado y doloroso que es para ustedes este momento y admiro el camino que han recorrido para llegar a él, la persistencia con que emprendieron la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos y la forma como han logrado que para todo el Estado la tarea de encontrar a sus familiares sea una de las más importantes en el proceso de paz.

Ustedes nos han enseñado que el dolor de los familiares refleja una realidad de nación que ha dejado huellas en cada uno de nosotros, nos han enseñado que la desaparición forzada debe dolernos a todos y a todas, y que no ha existido para ustedes mayor soledad que la de insistir hasta encontrarse con sus seres queridos.

Queremos que los familiares de las personas desaparecidas no vuelvan a sentirse solos en la búsqueda. Queremos que sientan que lo que han vivido nos importa mucho y que bajo ninguna circunstancia es tolerable que en el país se hayan cometido estos crímenes.

29 familias se han acompañado esta semana, 29 familias nos cuentan que el sufrimiento ha sido compartido, pero al mismo tiempo, que cada familia ha vivido esto de manera diferente. Todos los dolores han sido hondos, profundos.

Queremos hacer un homenaje a la vida de sus seres queridos, que este día para ustedes y para ellos, pueda cuidar con el mayor detalle posible el tributo a la vida que compartieron. Hoy es un día para volver a abrazar los recuerdos que han construido como familia, para abrazar incluso los recuerdos de los momentos más difíciles que han vivido en este proceso, porque hoy son muestra de la valentía que ha movido al país entero a creer que la paz puede contribuir a propósitos superiores que los de la guerra.

Son gestos de paz los que hacen posible ver la humanidad de todas las personas que hoy se van a encontrar con sus familiares, ver que todos los seres humanos a los que se rinde homenaje; han sido hijos, hijas, esposos, esposas, hermanos, hermanas, padres y madres de familias que los han llorado y esperado.

En sus casas y en sus comunidades les esperan a sus seres queridos y también a ustedes, después de hoy, podrán venir los momentos para poder ver un futuro con la admiración de haber sobrevivido incluso al sufrimiento. Lamentamos que esto haya pasado a sus familias, a sus vidas y al país. Y también, honestamente, admiramos su fortaleza, su resistencia y su infinita capacidad de levantarse y ver hacia el frente.

Gracias por permitirnos estar aquí con ustedes.