Miembros de la Mesa Departamental de Víctimas de Córdoba conmemoraron esta fecha con una obra de teatro y exposición de pinturas.

El viernes 12 de mayo en Montería, Córdoba, la Unidad para las Víctimas acompañó el liderazgo de la Gobernación del departamento en la conmemoración de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas, en honor al 9 de abril, de acuerdo con el artículo 142 de la Ley 1448, evocación que tiene como finalidad concientizar a la ciudadanía acerca de los actos violentos en Colombia a causa del conflicto armado. 

Las y los integrantes de la Mesa Departamental de Víctimas de Córdoba participaron de una obra de teatro que visibilizó cómo ha sido el poder transformador de las víctimas y cómo sepultaron el odio, la tristeza, el rencor y la desolación, han sembrado armonía, sanación, resiliencia, valor, superación y amor para reconstruir sus proyectos de vida.  

Angélica Peñate, protagonista de la obra “El poder transformador”, relató en su intervención: “Que las víctimas sepultaron el oscuro pasado y sobreviven llenas de valor”. 

Durante la conmemoración, se realizó la exposición de pinturas que reflejaron los rostros de víctimas por feminicidio y paisajes en transformación, ideando el pasado oscuro y el presente esperanzador de las víctimas del conflicto armado.  

Un sombrero vueltiao fue entregado a cada miembro de la Mesa Departamental por parte de la Secretaría del Interior y Participación Ciudadana como un símbolo regional. 

Marcelo Vega, director territorial de la Unidad para las Víctimas en Córdoba precisó en su intervención: “La reparación integral ha contribuido a la reconstrucción de los proyectos de vida, al fortalecimiento de la participación, al restablecimiento de los derechos y a la recuperación de la memoria histórica en las colombianas y colombianos para que lo sucedido, no se repita”. 

Resaltar el poder transformador de las víctimas del conflicto armado es una de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.