Actividades de conmemoración en el marco del Día de la Memoria y Solidaridad con las víctimas en Santander
A partir del 9 de abril y durante el transcurso del mes, se conmemora en Santander la memoria y solidaridad con las víctimas del conflicto armado, destacando su poder para transformar el país, su vida, la de su familia y comunidad.
La Unidad para las Víctimas reconoce sus historias de liderazgo, su incidencia en el proceso de paz, sus proyectos productivos, sus iniciativas innovadoras y su participación efectiva en las mesas de víctimas, que son el reflejo de sus aportes a la transformación y a la construcción de la Paz Total.
Durante el mes de abril se tienen programadas actividades conmemorativas en articulación con las víctimas, las instituciones nacionales y regionales y la academia. El próximo 14 de abril la Unidad de Restitución de Tierras URT, realizará la conmemoración con el lanzamiento de la estrategia de cumplimiento de las órdenes judiciales para garantizar el derecho a la vivienda digna a los restituidos, con el acompañamiento de la Unidad para las Víctimas, en el predio El Rubí ubicado en la vereda La Granada, en San Vicente de Chucurí.
El jueves 20 de abril, se preparará la ‘chocolatada del poder transformador’, que contará con una transmisión en vivo desde el tecno parque del SENA en Bucaramanga, donde un colectivo de víctimas que cuenta con saberes agroecológicos en torno al cultivo de cacao compartirá su experiencia de transformación del producto en chocolate de mesa. Este proyecto ha sido apoyado por la URT y que visibiliza la Unidad de Víctimas como medida de satisfacción en la reparación integral de las víctimas.
El sábado 22 de abril se llevará a cabo un acto simbólico de resignificación ciudadana de la vía de Bucaramanga a la Cemento, donde están invitados las instituciones, los medios de comunicación y las y los ciudadanos que recuerdan en su memoria la violencia vivida en el área metropolitana y los familiares de las víctimas que fueron arrojados en este lugar, para que puedan honrar la memoria de su familiar, llevar escrito el nombre, quien era y avanzar en el cierre de ese ciclo de dolor e indiferencia.
Con esta actividad, se espera que la ciudadanía deje atrás este ciclo de apatía, marcado por la discriminación y estigmatización hacia los asesinatos que se perpetraron en la década de los 80 y 90, producto de la ola de violencia que deja una herida sin cerrar en la ciudad.
De esta manera la Unidad para las Víctimas, seguirá acompañando estos procesos de resignificación para avanzar en la construcción de la paz.