Esta iniciativa en articulación con la Agencia Alemana de Cooperación Técnica GIZ (Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit) con el Ministerio del Interior y la Universidad Externado de Colombia, contó en todo el proceso con la orientación de la Unidad para las Víctimas, en el Meta y Guaviare.

La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas acompañó la socialización de los resultados del proyecto “Fortalecimiento organizativo y gobierno propio de los pueblos indígenas Jiw y Nukak y fortalecimiento institucional para el manejo de los conflictos” que inició en el mes de febrero del presente año en la capital del Guaviare.

Esta iniciativa en articulación con la Agencia Alemana de Cooperación Técnica GIZ (Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit) con el Ministerio del Interior y la Universidad Externado de Colombia, contó en todo el proceso con la orientación de la Unidad para las Víctimas.

Víctor Sánchez, profesional de la entidad en el Guaviare, indicó que los componentes que se trabajaron estaban orientados al fortalecimiento de las estructuras de gobiernos propios y el cumplimiento del auto 004/09 de la Corte Constitucional sobre la protección de derechos fundamentales a indígenas desplazados por el conflicto armado.

Así mismo, el proyecto profundizó en las cuatro dimensiones del territorio, organización social y propia, formas actuales de gobierno, autonomía alimentaria, convivencia y el eje transversal a estas dimensiones; las situaciones conflictivas que se presentan en sus territorios.

Dentro de las conclusiones de la iniciativa se destaca el reconocimiento de una única estructura organizativa, cuya autoridad recae sobre los mayores y sabedores que se comunican en lenguas propias, quienes reconocieron colectivamente que los jóvenes que hablan español no son representantes de las comunidades.

En el evento se contó con la participación de los grupos étnicos que hicieron parte de este proceso, los cuales presentaron sus necesidades en cuanto a la autonomía de sus territorios, seguridad alimentaria, salud, educación y la preservación de la cultura.

“La Unidad para las Víctimas en compañía de gobiernos locales y entidades de control ha garantizado el cumplimiento de los procesos de retorno, entre los que se encuentran adelantados en ejecución son los asentamientos de Barranco Ceiba, Las Zaragozas y Luna Roja. En curso está el acompañamiento a las solicitudes de ampliación de resguardos que faciliten las condiciones naturales de vida de esta población, por medio de los mecanismos jurídicos que establece la Ley a través de la Unidad de Restitución de Tierras” expreso Sánchez.

Carlos Pardo Alezones, director territorial para Meta y Llanos orientales, afirmó que estas acciones de diálogo permanente, entre actores externos y comunidades étnicas, permiten garantizar sus derechos y deberes, así como el respeto hacia su territorio como elemento fundamental para su desarrollo y pervivencia.