La Unidad para las Víctimas acompañó a los consejos comunitarios en estas jornadas, en las que además se hizo un homenaje a las mujeres afro por su labor de liderazgo dentro de las comunidades y organizaciones.

Entre el 24 y el 28 de julio se realizó en Bogotá, una serie jornadas de concertación y protocolización de los planes específicos de prevención, protección y atención entre los Consejos Comunitarios del Chocó y Bolívar y el Estado colombiano. Estas acciones se enmarcan en el cumplimiento de la orden 3 del Auto 005 de 2009 y la orden 4 del Auto 073 de 2014, emitidas por la Corte Constitucional.

La Unidad para las Víctimas, como garante del desarrollo adecuado de estas concertaciones, tuvo en cuenta la caracterización socioeconómica y específica de los territorios. Esta fue realizada por la Dirección de Asuntos para Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras del Ministerio del Interior, que ha pedido el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría, para garantizar el cumplimiento de los acuerdos que se logren entre las comunidades y Estado.

“Nuestra presencia aquí es para escuchar y, de ser necesario, pedir explicaciones a las instituciones que no puedan cumplir con las medidas presentadas por las comunidades”, expresó el procurador étnico Jefferson Mena.

Durante estas jornadas, que coincidieron con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, la Unidad para las Víctimas rindió homenaje a las mujeres lideresas de los Consejos Comunitarios de San Francisco de Ichó, Sivirú y San Agustín de Terrón en el departamento de Chocó, así como a las representantes del Consejo Comunitario de Ma-mahati del Níspero de Angola, en María La Baja, departamento de Bolívar.

Las y los representantes de las comunidades expresaron su agradecimiento por el reconocimiento a las lideresas y por la oportunidad de concertar directamente con el Estado, respetando las particularidades culturales y organizacionales de los diferentes pueblos afrodescendientes. Además, destacaron la importancia del Auto 005 como un respaldo fundamental para enfrentar los desafíos generados por el conflicto armado y avanzar hacia la comprensión y el respeto mutuo.

Diana Garrido, de la Coordinación de Comunidades Negras de la Dirección de Asuntos Étnicos de la Unidad para las Víctimas, destacó que las jornadas: “No solo buscan concertar medidas especiales con las entidades del Estado, sino que, como los mismos consejos comunitarios lo han solicitado, constituyen un intercambio cultural entre los diferentes consejos participantes”.

En ese sentido, la delegada resaltó la importancia de que las comunidades puedan incluir dentro de las medidas de prevención que solicitan, espacios de fortalecimiento intercomunitario para estrechar relaciones y potenciar las fortalezas de los distintos consejos comunitarios, por ejemplo, en la elaboración de planes de protección ambiental.

En el marco de este ejercicio de concertación también se entregaron reconocimientos al poder transformador de las víctimas, destacando su valiosa labor de resiliencia y superación. Asimismo, se presentó ante las comunidades material audiovisual sobre afrocolombianidad, que destaca las acciones que la Unidad para las Víctimas viene adelantando en el marco de los decretos y protocolos destinados a fortalecer las acciones del Estado con un enfoque étnico. La jornada finalizó con una muestra artística que reflejó los usos y costumbres de las comunidades, dando voz y visibilidad a su cultura y patrimonio.

La Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso en seguir trabajando en acciones que contribuyan a superar los rezagos del pasado, brindando una reparación transformadora y permitiendo a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.

Resaltar el poder transformador de las víctimas del conflicto armado es una de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.