Abr
11
2019

Comunidades indígenas recibieron ayudas humanitarias de la Unidad

La Unidad para las Víctimas entregó ayudas humanitarias a 70 familias indígenas retornadas de las ciudades de Bogotá e Ibagué hasta el municipio de Pueblo Rico, Risaralda, con el objetivo de brindarles unas condiciones de vida dignas, aportando para su permanencia en el territorio.

RisaraldaPueblo Rico

Tras encontrarse en difíciles condiciones, incluso de mendicidad, en las ciudades de Bogotá e Ibagué, los indígenas emberas decidieron retornar a sus resguardos ancestrales junto a familiares y amigos de la mano de la Unidad para las Víctimas a través del grupo de retornos y reubicaciones y las administraciones locales, en diciembre pasado.

Así las cosas todas las familias retornadas y receptoras recibieron de las entidades gubernamentales del orden nacional y territorial, un importante aporte para recomenzar sus vidas en el lugar del cual debieron salir por culpa del conflicto armado, convirtiéndose en desplazados.

Además de las ayudas humanitarias representadas en mercados, una vez llegaron de las ciudades a las que se habían desplazado por fuerzas ajenas a su voluntad, los sobrevivientes también recibieron kit de herramientas, dinero para el traslado de enseres y semillas para sembrar en el territorio ancestral.

“Es una labor muy gratificante la que se hace con las familias retornadas a los resguardos en Pueblo Rico, hoy les entregamos tres toneladas de alimento, que le representan a la Unidad cerca de $21 millones de inversión, pero sin duda lo más importante es poder brindarles garantías para que ellos permanezcan en casa y con las personas que los vieron crecer”, comentó Laura Moreno, directora territorial de la Unidad.

Tras la entrega de las ayudas, una a una las familias retornadas y receptoras (quienes reciben a los que llegan), emprendieron el camino de vuelta a casa en veredas ubicadas a una, dos y hasta cinco horas de camino a lomo de mula.

Armando Siagama, gobernador local, manifestó su beneplácito por este proceso: “Hasta el momento no hemos tenido ningún inconveniente porque nos han estado cumpliendo con las ayudas tal cual se había pactado. Estamos muy contentos de poder tener a nuestros familiares en casa de nuevo y que podamos estar unidos como emberas, desde luego que necesitamos más programas para seguir mejorando nuestras vidas y es por ello que estamos pendientes de proyectos para trabajar en las fincas”.

Durante el encuentro con los funcionarios de la Unidad, la comunidad indígena también dejó ver la necesidad de adelantar en el territorio brigadas de salud y soluciones en temas de vivienda para poder coexistir de manera más tranquila en sus resguardos, las temáticas se están gestionando desde la entidad con las instituciones pertinentes, para cumplir cuanto antes con una reunión que permita despejar todas las dudas en ese sentido.