Jul
26
2016

Soplan vientos de paz en Toribío

Hace más de dos años no se registran afectaciones por el conflicto armado en este municipio. La entrega de más de 1.700 indemnizaciones administrativas en estos días y la construcción del plan integral de reparación colectiva buscan que Toribío avance hacia una paz estable.

CaucaToribío

Toribío (Cauca) es sin duda una de las poblaciones con historias que contar, no sólo por su pasado ancestral, sino por todas las afectaciones que ha sufrido en el marco del conflicto armado.

“La primera toma guerrillera que tenemos registrada fue en 1983. Tenemos viviendas afectadas, ha habido heridos y muertos, desplazamientos internos y externos sumada a las afectaciones de las familias, en especial los niños y se ha afectado el territorio, la organización indígena y a nuestros sitios sagrados. El 98% somos indígenas nasas y estamos en la zona rural. Cada vez que hubo enfrentamientos, tomas, bombardeos, chivas bomba y hostigamientos, la mayoría de los afectados fueron civiles y sobretodo los indígenas”, afirma el gobernador indígena del cabildo de Toribío, Gabriel Paví.   

“Hay muchos guardias (indígenas), que son los que han tenido que atender todo lo que ha pasado con el conflicto, tuvieron que evacuar heridos, muertos, la gente en zona de riesgo por el fuego cruzado. Ellos fueron los que salvaron las vidas de las personas”, asegura Paví. 

Porfidio Cuchillo Onache es un habitante de la zona rural de Toribío. Rememora cuando quedó en medio del fuego cruzado y sus varios encuentros cercanos con la muerte: “Se enfrentó la tropa con la guerrilla y mi casa quedaba en el medio. Yo tuve que volarme. Mi esposa se cayó y le tocó aguantarse toda la balacera ahí. Hubo que recuperar la casa”. Porfidio también recuerda cómo “hace un tiempo casi me matan en el trabajo; yo estaba limpiando la finca y empezó la balacera, yo sentía las balas pasar por el lado”.

Estas acciones dejaron decenas de miles de víctimas de las comunidades: indígenas, campesinos. Sin embargo hace un tiempo todo cambió: “Ahora ya está calmado y estamos bien”, relata Cuchillo.

“En el caso de este municipio, los diálogos de paz en La Habana han sido vitales y producto de estos diálogos y gracias al cese de hostilidades se empezó a hacer una reconstrucción económica y del tejido social y cultural. Se puede sentir la apropiación y arraigo del territorio. Las comunidades y la recuperación de las dinámicas propias de las autoridades indígenas, las juntas de acción comunal y el desarrollo de las familias afectadas son las que visibilizan lo que es hoy Toribío”, explica Alcibiades Escué, alcalde de Toribío.

Ahora, junto con la Unidad para las Víctimas, se trabaja en determinar qué fue lo que pasó y cómo reparar los daños: “La reconstrucción física y emocional de estas poblaciones hace parte del paso a paso de la concertación y el trabajo con la comunidad y sus autoridades, para que todas las identificaciones de los daños y afectaciones puedan ser atendidas con medidas que respondan de manera puntual a la caracterización del daño. Debemos ser claros que esta es una responsabilidad de todas las entidades de carácter nacional y territorial que hacen parte del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas”, resaltó María Eugenia Morales, directora de Reparaciones en la visita que realizó en días pasados al municipio.

El reconocimiento de las afectaciones individuales y colectivas es el punto de partida

Hace más de un año no se registran hechos que afecten a la comunidad. Durante mucho tiempo, el desplazamiento forzado fue habitual y los medios de comunicación se acostumbraron a mostrar solo las malas noticias. Ahora, la población dice que “se siente la calma”.

“Cuando empecemos a implementar el plan de reparación colectiva queremos que la comunidad tenga claro cuál es el proceso. Hoy estamos cumpliendo con la primera etapa en la reparación individual. No queremos que las personas piensen que un proceso excluye al otro y hacemos ambas cosas al mismo tiempo”, explica Leonardo Escué, representante de los cabildos.

En este caso, las comunidades de Toribío, San Francisco y Tacueyó adelantan su proceso de reparación colectiva. La Unidad para las Víctimas y las autoridades indígenas han avanzado en la elaboración del plan integral de reparación colectiva que debe ser protocolizado para iniciar su implementación con todas las entidades de carácter municipal, departamental y nacional que sean necesarias.

“La reparación no sólo debe contemplarse desde lo individual, sino que debe tenerse en cuenta la madre tierra y el territorio para la reparación colectiva. Ya estamos cerca de iniciar el posacuerdo. Nos vamos a preparar para eso”, dice el gobernador indígena Gabriel Paví.

Jorge Vásquez, director territorial de la Unidad para las Víctimas en el Cauca, manifestó: “Aquí en el municipio soplan vientos de paz; la entrega de indemnizaciones es histórica pero lo más importante es que se pueda reparar el daño que dejó el conflicto en este territorio. Esta comunidad lleva más de 50 años con afectaciones. Lo más importante de todos estos procesos es la construcción conjunta, por lo que sabemos que el proceso va a ser realmente reparador”. 

La Unidad para las Víctimas ha entregado cerca de 3.000 indemnizaciones administrativas y ha implementado iniciativas como la estrategia de acompañamiento para la inversión adecuada de los recursos y ha apoyado el crecimiento de la estructura social y comunitaria, entre otras medidas dirigidas a la atención y reparación para los afectados por el conflicto armado.