En el marco de una misión humanitaria realizada en el corregimiento del Valle, en el municipio de Bahía Solano, la Unidad para las Víctimas, en articulación con otras entidades, adelantó la verificación de la situación de desplazamiento y las necesidades de atención de más de un centenar de familias de varias comunidades indígenas.

En el Subcomité de Prevención, Protección y Garantías de No Repetición, convocado por la entidad territorial, se coordinaron acciones y responsables para la atención de las familias desplazadas de las comunidades de Bucurú Purrú, Brazo, Boro Boro y Posa Mansa, pertenecientes al Resguardo Rio Valle y Boroboro de la cuenca del río Valle; por tal motivo, la Unidad para las Víctimas en apoyo subsidiario se comprometió a entregar ayudas humanitarias a cada familia, de acuerdo con el censo entregado por la administración municipal.

Son 905 personas de 201 familias que recibirán los kit de alimentos, aseo y hábitat para contrarrestar la situación y las condiciones desfavorables en las que se encuentran al interior de la escuela, en el corregimiento del Valle.

La Directora Territorial de la Unidad, Vanessa Palacios, reiteró el compromiso de la Entidad frente a estas emergencias y, en ese sentido, se unió a la misión no sólo para entregar estas 12 toneladas de ayudas, sino también para darles una voz de aliento a las familias afectadas: “El Gobierno Nacional, a través de la Unidad para las Víctimas, les cumple de nuevo a pobladores del departamento del Chocó que han vivido emergencias por culpa del conflicto armado”, dijo.

Esperamos que los afectados de estas cuatro comunidades puedan mejorar sus condiciones de permanencia transitoria a partir de estas ayudas.

(JPV/CJF)