Conozca la historia de doña María, una de las víctimas del conflicto armado que se benefició con las viviendas gratuitas que el Gobierno Nacional está entregando a personas en situación de desplazamiento.

Son las 6:45 de la mañana. Aún es temprano para salir del apartamento de doña María, en el sector de Bosa Porvenir, al suroccidente de Bogotá. La mujer de 65 años mira el reloj y sabe que aún tiene tiempo para tomar un delicioso tinto, que siempre le quita el frío de las manos y que, por primera vez, disfruta con la tranquilidad que le da su nuevo hogar.

Doña María aún no puede creer que, después de haber soportado tantas privaciones, “hoy tenga un espacio digno y hecho a la medida”. Sin embargo, lleva más de 90 días viviendo en la Urbanización Margaritas Uno, un conjunto residencial donde el Gobierno Nacional ubicó una solución de viviendas para decenas de desplazados llegados a la capital. 

Bebemos café con esta feliz mujer y el brillo en su mirada se hace más notorio con los primeros rayos de sol que se asoman por la ventana. “Esto es como un sueño”, confiesa. Doña María sostiene que quizás hoy está obteniendo una recompensa por lo que ha pasado en una vida plagada de sufrimientos y escasez.

“Es una bendición salir favorecida, pues antes vivía donde me cogiera la noche, no tenía espacio para dormir”, afirma con humildad. “Vivía pagando una pieza donde las cuatro paredes me recordaban lo miserable que era mi vida”.

Cuenta que la violencia que golpea algunas regiones del país la obligaron a salir corriendo de su tierra y dejar todo botado. “Lo triste que es salir a las malas del lugar donde nací, donde construí mi hogar con mi esposo y mis hijos. Ahora solo me quedó mi nieto, que vive en estos momentos con la mamá”, relata María.

Afortunadamente, esa historia gris hace parte del pasado. Hoy vive feliz, tanto que está arreglando su apartamento, y sueña con amueblarlo para que su familia la visite. Doña María sale orgullosa rumbo al trabajo. Sabe que la vida empezó a cambiar. 

Ayer se vio obligada a desplazarse a causa del conflicto armado; hoy hace parte de las 414 familias beneficiarias que se han trasladado a la urbanización de vivienda gratuita ‘Las Margaritas 1’. En las próximas semanas, la Unidad para las Víctimas les entregará además su indemnización administrativa como medida de reparación integral. 

“Esto es un sueño, y no quiero que se acabe. Gracias a Dios y a la Unidad de Victimas”, se despide doña María.