Cerca de 300 personas acudieron a la plazoleta de la Gobernación del Departamento para conmemorar el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Victimas, un espacio de encuentro para entablar lazos de hermandad.

El evento protocolario, liderado por la Unidad para las Victimas territorial Putumayo, contó con el apoyo de varias entidades del Estado y la activa participación de los representantes de las mesas Departamental y Municipal de Victimas, quienes fueron los encargados de establecer la agenda de actividades.

Una jornada que se caracterizó por las presentaciones artísticas de la banda de paz de la Institución Educativa San Agustín, la interpretación musical de un miembro de la Policía Nacional o el recital de poemas de María Barreiro una sobreviviente del conflicto quien exclamó composiciones que invitan a la reflexión: “El día menos pensado sólo fueron recuerdo, solo se escucha el eco de una fosa común o el murmullo del agua arrastrando sus huesos. Las víctimas reclaman que se haga justicia porque inocentemente pagaron con sus vidas en una guerra absurda de venganzas mezquinas. Perdón y olvido dicen los que no saben. Perdonar, perdonamos pero olvidar jamás”.

Tras los actos simbólicos como lo fue la construcción de una colcha de mensajes liderada por la Mesa de Victimas y la entrega de semillas de girasol como invitación para enfocar la mirada en nuevas oportunidades, el equipo de la Unidad para las Víctimas realizó la entrega de distinciones a los líderes y lideresas por la labor que vienen adelantando en el territorio.

Dilsa Falla, delegada de la Mesa Departamental de Victimas fue una entre los 39 líderes que recibieron el reconocimiento. Ella destacó que este día fue histórico para todos, pues sintieron la atención y el apoyo de la institucionalidad.

A su vez extendió una invitación para dejar a un lado el pasado y empezar a reconstruir. “Nosotras las víctimas estamos hechas del mejor material y por eso precisamente estamos vivos. Por eso estamos llamando a realizar unas acciones diferentes, a dejar un legado a nuestra descendencia, a dejarles la paz, ya que heredamos la guerra”.