La familia Meneses tiene claro en qué invertirá su indemnización
Isabel Meneses y sus tres hijos son parte de las 180 personas que recibieron su reparación económica durante la quinta jornada de entrega de indemnizaciones en Putumayo.
Desde San Miguel, municipio fronterizo con el vecino país de Ecuador, los Meneses llegaron hasta las instalaciones de Comfamiliar con la ilusión de recibir la esperada indemnización para poder empezar a cumplir algunos proyectos de vida pendientes.
Eduardo, el mayor de los hermanos, tiene discapacidad cognitiva y auditiva, pero eso no le impide soñar con realizar sus estudios superiores en una universidad para luego poder devengar un salario y sostenerse solo.
Isabel Meneses Muñoz es la ejemplar mamá que le ha tocado sola sacar sus hijos adelante. Tras unos años difíciles, en los que junto a su familia fue víctima de la violencia, hoy trabaja en labores del campo o en casas de familia para ganarse la vida. Con el recurso recibido por indemnización ella sueña con invertir en insumos para criar marranos y gallinas.
Los dos hijos menores invertirán en educación y en la creación de un emprendimiento a través de una barbería como opción para mejorar las opciones de ingresos en el hogar.
“Nuestro pensamiento es ponernos a trabajar y a producir, en estudio y una barbería. Cada uno tiene en su pensamiento en qué va a invertir lo que le llega, pero toca saberlo aprovechar porque si lo malgasta se queda sin nada”, aseguró la mujer.
Como la familia Meneses, otras 176 personas de los municipios de Puerto Asís y Orito recibieron su reparación económica con recursos que superan los $1.200 millones de pesos.
Durante la jornada se realizó un acto simbólico de dignificación y perdón y se dio una charla para que la población haga una adecuada inversión de los recursos.
De igual forma se logró articulación con el programa justicia inclusiva de USAID, que con sus aportes contribuye a mejorar las condiciones de atención a la población.
(FIN/JES/COG)