
Nubia Romero, una de las 302 víctimas de Antioquia que ahora será dueña de su propio negocio con la ayuda de la Unidad
En el país serán 2.500 las víctimas y sus familias de 39 municipios en 15 departamentos las beneficiadas con unidades productivas para mejorar sus condiciones socioeconómicas.


Convertirse en dueña de su propio salón de belleza para sobreponerse a los daños y a las pérdidas que causaron los tres desplazamientos forzados que sufrió con su familia es el reto y “el sueño cumplido” de Nubia Romero.
Por eso, madrugó y fue la primera persona en llegar sonriente al parque principal de Dabeiba (Antioquia) donde participó en el acto de entrega de los esquemas especiales de acompañamiento familiar (EEAF) a 97 víctimas por parte de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.
Su rostro era de emoción al ver la dotación de equipos, mobiliario y materias primas para su salón de belleza, porque “esto es una bendición para nosotros, un sueño que siempre tuve de montar mi propio negocio para salir adelante”.
Ya tiene el nombre para su local. “Lo voy a llamar salón de belleza Nubecita, por el recuerdo de una perrita que se me perdió por la violencia el día que tuve que huir de Uramita por los paramilitares y perder a mi hija y mis mascotas que tanto quería”.
Ese fue el primer desplazamiento forzado que sufrió junto a su familia en 1996. De allí se fue a vivir a Medellín, pero con tan mala suerte que en la peluquería donde trabajaba asesinaron a tres hombres. “Esos tipos me dijeron que me fuera o me mataban a mí también. Me fui a un pueblo, pero de allá también me desplazó la violencia”.
Ahora vive en Dabeiba, donde comienza una nueva etapa de su vida como una de las 2.500 víctimas que emprenden sus unidades productivas en 39 municipios colombianos priorizados con los planes de retorno y reubicación de desplazados.
“Personas autónomas y emprendedoras”
Para consolidar su permanencia con oportunidades, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas les entrega en septiembre dotaciones de maquinaria, mobiliario y material primas para misceláneas, tiendas de abarrotes, cafeterías, heladerías, panaderías, restaurantes, papelerías, salones de belleza, ente otros. La inversión para apoyar estos emprendimientos es 13.872 millones de pesos.
Según Wilson Córdoba Mena, director de la entidad en Antioquia, “estos emprendimientos son una de las medidas de reparación que reconstruyen el tejido social que dañó el conflicto armado, que le apuntan a mejorar la calidad de vida y darles estabilidad socioeconómica, porque queremos que estas personas se superen y sean autónomas y emprendedoras”.
En Antioquia se benefician 302 familias de Dabeiba, Cáceres, Necoclí y San Pedro de Urabá, tras ser seleccionadas y orientadas para diseñar un plan de negocios y así identificar la capacidad de generación de ingresos, las condiciones socioeconómicas y la situación de vulnerabilidad. Además, reciben capacitación en administración, contabilidad, presupuestos, mercadeo y publicidad.
Estos cuatro municipios antioqueños están priorizados en los planes de retornos y reubicaciones de población desplazada por parte de la Unidad para las Víctimas y por los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
En total, en todo el país, la Unidad para las Víctimas ha entregado más de 12.500 Esquemas Especiales de Acompañamiento Familiar, con una inversión superior a los 50.000 millones de pesos.
Fin/JCM/COG