Sep
10
2021

Así será la reparación colectiva a víctimas del resguardo indígena de Choromandó

El plan reparador se enfocará en la recuperación de las actividades productivas, culturales y la infraestructura comunitaria afectados o que se perdieron por el conflicto armado.

AntioquiaDabeiba

Tras caracterizar los crímenes de los grupos armados ilegales, la Unidad para las Víctimas y la comunidad del resguardo de Choromandó concertaron las medidas de un de plan integral de reparación colectiva para resarcir los daños causados por el conflicto armado a esta comunidad emberá de Dabeiba (Antioquia).

Estas acciones se enfocan en la recuperación de las actividades económicas acordes a su cosmovisión, cultura y territorio ancestrales, de sus bienes y los proyectos comunitarios que se interrumpieron o perdieron por la violencia. 

Durante la fase de caracterización del daño se identificaron las afectaciones individuales y colectivas al territorio y la cultura por bombardeos, asesinatos, desplazamientos forzados, violencia sexual, confinamientos, reclutamientos de menores, contaminación con minas antipersonal, entre otros.

Esos tiempos difíciles los sufrió la actual líder Berenice Domico. Entre su niñez y adolescencia “nos tuvimos que desplazar todos a Dabeiba, Mutatá, Uramita y frontino porque había bastante grupos armados y, luego, regresamos, pero ya todo estaba destruido; los animales y cultivos no estaban, las casas saqueadas. Todo lo perdimos”.

Por su parte, el exgobernador Edinson Bailarín recuerda que la guerrilla de “las FARC y los grupos paramilitares mataron a líderes indígenas, reclutaron a muchos jóvenes y las minas (antipersonal) nos mataron a varios compañeros y no podíamos andar libres y cultivar la tierra”.

Por eso, entre las medidas de reparación colectiva, sobresale una indemnización colectiva por más de 252 millones de pesos que la comunidad proyecta invertir en compra de tierras y proyectos agrícolas.

 “Queremos ampliar el resguardo para vivir mejor con nuestras familias y recuperar cultivos tradicionales que teníamos antes de que llegara el conflicto armado, como chontaduro, cacao, plátano, las marraneras y otros animales”, dice con ilusión Berenice.

Recuperación de cultura emberá

Además, habrá atención sicosocial, acompañamiento técnico e insumos para proyectos productivos, formación del comité de paz, proyecto etnoturístico, rehabilitación de la caseta comunitaria y de la escuela, recuperación de rituales y de sanación del territorio, fortalecimiento del autogobierno y empoderamiento productivo y liderazgo de las mujeres.

Según el líder Edinson Domicó, la preservación de sus tradiciones es otra prioridad para los indígenas del resguardo Choromandó. “La cultura se perdió porque por el conflicto se dieron el reclutamiento, los desplazamientos y allá dejamos de usar nuestros vestidos, la pintura corporal y el idioma de los emberá y eso también queremos rescatarlo con ayuda de la Unidad para las Víctimas”.

El director territorial en Antioquia, Wilson Córdoba Mena, destaca que “este plan de reparación colectiva se implementa con un enfoque diferencial étnico, que es muy importante para la reconstrucción de las prácticas propias que se perdieron con la violencia y mejorará las condiciones de vida de más de 300 indígenas de esta comunidad”.

El Registro Único de Víctimas incluye a 522.659 indígenas en todo el país y, de estos, 453.354 participan en los diferentes procesos de atención y reparación de la Unidad para las Víctimas. 

En Antioquia, la entidad tiene varios planes de reparación a colectiva con comunidades indígenas en El Bagre, Vigía del Fuerte, Dabeiba y Segovia. 

(JCM/COG)