Ago
09
2021

Comunidades indígenas víctimas de la violencia en Norte de Santander le apuestan a la reparación integral

En el marco de la semana de los pueblos indígenas, la Unidad para las Víctimas presenta el avance en la implementación de acciones en la ruta del plan integral de reparación colectiva con comunidades del pueblo Motilón Barí.

Norte de SantanderCúcuta

Con el fin de resarcir los daños causados por el conflicto armado a poblaciones étnicas, la Unidad para las Víctimas trabaja de la mano con los integrantes del resguardo Catalaura y la comunidad Pathuina, del pueblo indígena Motilón Barí, para consolidar las acciones de atención, asistencia y reparación de estos colectivos.

La directora de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, Johanna Gelvez Ascanio, destacó el compromiso, interés y activa participación de estas comunidades indígenas durante los encuentros desarrollados en sus territorios.

“Estamos avanzando con las jornadas de caracterización del plan donde sus integrantes han identificado las afectaciones causadas por la violencia, logrando un proceso de transformación social al interior de sus comunidades. Son horas de viaje representadas en tierra, chalupa y hasta en lomo de mula para poder cumplir nuestra misión con el fortalecimiento, desarrollo y ejecución en la ruta del plan integral de reparación colectiva de este pueblo indígena que es ejemplo de cultura, paz y reconciliación”, dijo. 

El cacique de Pathuina, David Dora Cebra, expresó su complacencia por la presencia institucional en la zona que permite un acercamiento e interacción para fortalecer de manera conjunta el plan integral de reparación colectiva: “La gente quedo muy asombrada por la visita ya que esta comunidad es muy lejana, hay muchos Barí que están contentos por la llegada; como casi no llega ninguna institución, la comunidad da las gracias y esperamos seguir construyendo este plan de reparación”. 

Durante las jornadas de implementación las víctimas del conflicto armado han desarrollado relatos escritos y orales, reflejando y evocando sentimientos de dolor, miedo y desconsolación que hoy los lleva a una fase emocional de perdón, reconciliación y construcción de paz.  “Es un trabajo muy gratificante sentir el avance y ver cómo nuestros pueblos étnicos le aportan a la transformación del tejido social de sus comunidades sin dejar de lado sus raíces y su aporte a nuestra cultura” puntualizó, Gelvez Ascanio. 

Esta etapa del proceso culminará con la construcción de un documento que se convertirá en la hoja de ruta para el resarcimiento de los daños causados que permitirá concertar y definir las acciones de reparación para llevar a cabo el plan integral de reparación.

FIN (CEG/COG)