Jul
15
2021

El taller de muñecas con Sello Social de Luz Evelcy

Luz es una madre emprendedora que sufrió los efectos de la violencia y lucha por sus hijos a través de sus creaciones que, con el Sello Social, preservan la tradición de las muñecas de trapo inspiradas en mujeres reales.

Por Yuli Urquina Macías

En la fría pero acogedora Tunja, Luz Evelcy Henao encontró a sus 17 años la paz perdida en Mesetas (Meta). A muy corta edad encarnó las laceraciones de la violencia y la desgarradora realidad de las víctimas de desplazamiento forzado: su señora madre y sus cuatro hermanos engrosaron las cifras de las familias que debieron dejar sus territorios a causa del conflicto armado, llevando consigo únicamente las pertenencias que cabían en sus manos.

En Tunja, Luz se casó y fruto de la unión nacieron Zulma, Germán y más adelante Leonardo, pero la felicidad familiar se vio opacada: primero por la muerte de su hermano menor a causa de hechos de violencia conocidos como “los falsos positivos”; después, a raíz de una enfermedad respiratoria, perdió a su esposo.

La ausencia de su compañero se percibe en el dolor de Leonardo, el menor de la familia, y también está presente en cada rincón de su taller de muñecas, que funciona en una casa que sigue en construcción y que surgió de esa pérdida y de los sueños guardados en el corazón de esta mujer luchadora, emprendedora, que cada día se levanta a trabajar por sus hijos que son su fuerza y su motor de vida.

“Decido emprender el negocio de las muñecas porque desde niña siempre me gustaron las manualidades; es una tradición que se estaba perdiendo y quería que continuara. Me inspiraron las historias de las mujeres que cada día contaban que cuando fueron niñas nunca pudieron tener una muñeca”, menciona la fundadora de Manualidades Evelyn, como bautizó su emprendimiento. Tiene claro cuál es el origen, la esencia de este y su valor agregado: “quise hacer unas muñecas muy tiernas, muy suaves al tacto de las personas, ya que también las mujeres que han sufrido y que tienen tristezas en su corazón por el pasado por la guerra o por todo lo que nos sucedió, al abrazar una muñeca encuentren felicidad, ternura y calidez”, sostiene decididamente.

Un negocio con Sello

En Manualidades Evelyn todos desempeñan un rol específico. Leonardo colabora con el relleno de las muñecas, Zulma arma cuerpos, Luz se encarga de crear vestidos y cabellos y Germán hace la promoción en redes sociales. Muñecas grandes, pequeñas, onduladas, lacias, robustas, delgadas, así son las creaciones de este taller, inspiradas en mujeres reales y sus historias, muchas de dolor y otras de superación.

“Meterme al taller a coser todo un día para mí es una terapia por la pérdida de mi hermano y del papá de mis hijos; a cambio, obtengo mujeres satisfechas, mujeres con muchísima felicidad y mujeres que han tenido un sueño frustrado y que al tener esa muñeca mía han cumplido ese sueño”, asegura Luz Evelcy.

Su taller fue el sitio de escape de la pandemia por el covid 19, de las necesidades, de la tristeza y los recuerdos, un refugio seguro y colorido con múltiples formas de reinventar la realidad y ver resultados palpables en sus creaciones que se han promocionado gracias a la virtualidad y llegado a muchos rincones del territorio nacional y algunas de ellas a otros países.

El emprendimiento de esta madre cabeza de hogar hace parte de una de las iniciativas de la Unidad para las Víctimas conocida como Sello Social, una denominación que la entidad otorga a las personas afectadas por el conflicto que han encontrado en sus ideas de negocio una alternativa sostenible para dinamizar la economía familiar, sobreponerse a los efectos de la violencia y conseguir sus sueños.

“Participé en diciembre en una feria virtual de la cual nos beneficiamos mucho porque las muñecas se vendieron a nivel nacional. Las personas al ver el sello nos felicitan porque dicen que a pesar de las circunstancias y todo lo que nos pasó no nos hemos dejado echar para atrás. El sello social representa que si estamos unidos todos los que hemos sufrido el conflicto en Colombia, podemos sobrevivir y salir adelante cada uno con su emprendimiento”.

El mensaje de Luz

Muchas han sido las estrategias de venta que durante el confinamiento inició Luz en aras de potencializar su negocio.  Algunas de ellas se enfocaron en crear muñecas antialérgicas a las que se les puede quitar, poner y cambiar la ropa, muchas de ellas con el nombre de sus destinatarias como forma de personalizar sus pedidos.

Consciente de que su lucha como empresaria continúa, Luz aconseja a los emprendedores y personas víctimas del conflicto, “que la idea que tengan, cualquiera que sea, se haga con corazón; por más que uno vea que no va a surgir hay que echar para delante porque al inicio es muy duro, el proceso dura entre dos y tres años para que salga a flote, pero si uno se sostiene sin dejarlo decaer, tenga la plena seguridad de que surge”.

“Mi mensaje para las víctimas es que todos unidos podemos salir adelante, que a través de los emprendimientos podemos volver a soñar, que, con amor, y con Dios de nuestra mano, podemos ayudar a nuestros hijos, a nuestras familias. Los emprendimientos son una forma de ayudar a superar toda esta guerra en la que vivimos, y podemos superarnos”, sostiene.

En el taller de Luz y sus hijos se sueña con un país en paz, donde coexistan hogares felices y nazcan niños sin miedo, en donde los victimarios se arrepientan y Dios haga justicia. Sus formidables creaciones que preservan la tradición de las muñecas de trapo en niñas y mujeres de todas las edades están disponibles para quienes de una u otra manera se identifiquen con su historia y su lucha. En Facebook como Manualidades Evelyn o Luz Evelcy Henao, con la garantía de que su pedido será entregado de manera oportuna y llegará cargado de ganas de amar como respuesta para sanar.

(Fin/YUM/COG)