Jun
27
2019

Terpel realizó nueve ferias de emprendimiento con víctimas durante el primer semestre de 2019

La empresa de gas, petróleo y derivados hace parte de las alianzas público-privadas con las que la Unidad para las Víctimas busca beneficiar a quienes sobrevivieron al conflicto armado.

Bogotá, D.C.Bogotá, D.C.

Con una feria de reconciliación y emprendimiento, realizada de manera paralela al evento de presentación del balance de sostenibilidad 2018, la empresa privada Terpel cerró su actividad del primer semestre de 2019 en favor de las víctimas del conflicto armado.

La compañía de gas, petróleo y derivados es una de las aliadas de la Unidad para las Víctimas en la búsqueda de beneficios para quienes sufrieron daños durante el conflicto armado y ahora desarrollan emprendimientos con el propósito de lograr la estabilización económica.

Como parte del balance, Terpel reveló que en los primeros seis meses del año hizo nueve ferias de emprendimiento y reconciliación en distintas ciudades del país, en las que participaron 32 víctimas, y en las que invirtió $362 millones.

La feria de este lunes se realizó en el colegio Gimnasio Moderno de Bogotá y en ella participaron tres sobrevivientes del conflicto, además de otros emprendedores que en algún momento de sus vidas integraron grupos armados ilegales, y otras personas que han desarrollado productos en alianza con grupos de víctimas.

Nicolás Fernández de Soto, coordinador de Cooperación Internacional de la Unidad para las Víctimas, afirmó que la entidad hoy “acompaña la última feria de Terpel en el semestre, donde hay emprendimientos de víctimas relacionados con joyería, artesanías y achiras, que se están dando a conocer con diferentes personas para generar mayores capacidades y posibilidades de comercio”.

Una de las mujeres emprendedoras presentes fue Gregoria Flórez, joyera de plata en filigrana, quien considera “espectaculares estas ferias porque nos están ayudando a abrir plazas, abrir mercado y muchos estamos conservando las tradiciones ancestrales colombianas que al final son de todos”.

Gregoria llegó a Bogotá desplazada desde Magangué, Bolívar, hace cerca de 14 años y en la capital del país reforzó los conocimientos de filigrana que había aprendido de manera básica y tradicional en su tierra. Hoy ya tiene un local alquilado en el centro de la ciudad donde comercializa sus joyas.

Fanny Cruz, se hizo presente con sus productos de harina de achira. Ella llegó desplazada de Baraya, Huila, en 2006, y hoy junto a sus seis hijos y su esposo, no solo aprovecha estas ferias para promover sus panderitos, entre otras delicias, sino que a la vez prepara hasta 25 kilos diarios de cocido huilense que vende en la sede de Corabastos de Bogotá. “Estas ferias son geniales porque son una oportunidad de dar a conocer más los productos, se abren más ventas”, dijo Fanny.

El joven emprendedor guajiro Miguel Pérez, expuso en la feria sus trufas de cacao, marca MIDA Chocolat, cuya materia prima trae desde Tumaco, Nariño, donde tiene una alianza con una asociación de víctimas que cultiva cacao cerca al en el río Chajouis. “Estoy satisfecho con esta

alianza que tengo desde diciembre de 2018, porque el cacao de Tumaco se destaca por su calidad y qué mejor que apoyar a quienes han sufrido la violencia en esta zona del país”.

Odalis Morales, indígena zenú, víctima de desplazamiento expuso en la feria sus bolsos, sombreros, manillas, aretes y otros, en caña flecha, los cuales fabrica y expone de manera ágil con sus pies pues aunque nació sin brazos ella es una convencida de “la discapacidad no es física sino mental”, e insiste en enviar ese mensaje a los jóvenes.

(Fin/DRR/LMY)