En esta oportunidad cerca de 150 jóvenes de diferentes instituciones educativas del Puerto Petrolero, fueron los protagonistas en la conmemoración del día nacional de la memoria y solidaridad con las víctimas del conflicto, a través de la escucha, la resiliencia y la luz.

Con el fin de conmemorar como cada 9 de abril, el Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas, la dirección territorial de la Unidad para las Víctimas en el Magdalena Medio, en articulación con la Alcaldía de Barrancabermeja y el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) y la concertación con la Mesa de Participación, llevó a cabo diversas actividades que buscan mantener la memoria colectiva de las víctimas y garantizar la no repetición de los hechos.

La jornada de conmemoración inició cerca de las 7:30 a.m. en el Centro Regional de Atención a Víctimas (CRAV), ubicado en el barrio Cristo Rey, con una acto simbólico sencillo y muy sentido, que congregó a los diferentes sobrevivientes que acudieron al lugar en busca de la acostumbrada atención que brinda este lugar, a su vez participaron de este espacio las diferentes organizaciones de víctimas, el director territorial (E) de la Unidad para las Víctimas en el Magdalena Medio, la directora del CRAV, el jefe de la Oficina Asesora de Paz y Convivencia, miembros de la Policía Nacional y comunidad en general.

La actividad inició con la contextualización acerca de la importancia de esta conmemoración, seguidamente se ofreció una ofrenda floral que recorrió una calle de honor realizada por hombres de la Policía Nacional, para terminar su entrega en manos del director territorial de la Unidad para las Víctimas en el Magdalena Medio, posteriormente se ofrecieron unas palabras por parte de cada una de los responsables de las instituciones presentes, resaltando el sentido de “La Escucha”, como fue denominado este momento, y que tuvo como sentido la importancia que tiene para los sobrevivientes ser escuchados

Para Gonzalo García Bautista, director Territorial (E) de la Unidad para las Víctimas en el Magdalena Medio, este ejercicio fue de suma importancia “Es fundamental que nuestros jóvenes que son la realidad del país, conozcan la historia, pues en el ejercicio del segundo momento las víctimas le contaron cada historia desde su propia voz, los jóvenes quedaron muy sorprendidos, es importante que ellos tengan un registro histórico acerca de los hechos ocurridos para que no se vuelva a repetir y nos ayuden desde sus entornos escolares a construir escenarios de paz.

Una vez finalizada la actividad, tanto los miembros de la Mesa de Participación como los representantes de las diferentes instituciones, se dirigieron a la plazoleta de la DIAN, lugar donde se citó el segundo momento denominado “La Resiliencia”. En esta oportunidad el acto central estuvo enfocado en jóvenes de diferentes instituciones educativas de la ciudad y cuya finalidad fue que estos educandos pudieran interactuar con las víctimas y escuchar de las protagonistas su historia, logrando el cometido que es la construcción de la memoria que conlleve a garantizar la no repetición.

Para Samir Arrieta, personero estudiantil de la Ciudadela Educativa, quien acompaña por primera vez esta conmemoración, el acto es una experiencia que marca sus vidas porque “es muy gratificante ya que pudimos vivenciar todas las situaciones por las cuales pasaron las víctimas, pues de ellos mismos conocimos se relatos y fue algo en lo que manejamos la empatía porque es lo que más se necesita en este país, además nos contaron cómo fue el proceso que han pasado para conocer la verdad, la justicia y la reparación en sus casos”.

Durante todo el día hubo presentaciones artísticas, destacando una obra de teatro por parte de los jóvenes constructores de paz, que a través de la resiliencia como tema central de esta apuesta en escena, lograron mover a los jóvenes a pensar en la construcción de escenarios de paz.

Para finalizar por parte de la Unidad para las Víctimas se prevé acompañar a partir de las 6:00 p.m. el tercer momento “La Luz”, denominado también velatón, acto que planea congregar a las víctimas en diferentes puntos de la ciudad en la cual el símbolo central se presenta con el deseo de alcanzar la paz.