Lo que más llamó la atención de los niños y niñas que asistieron a la jornada fue que lograron estampar una camiseta con el derecho que cada uno de los participantes considera es el más importante.

Con la asistencia de 32 niños y niñas, sobrevivientes del conflicto armado, la Unidad para las Víctimas en el Magdalena Medio llegó con el Tren de los Derechos a los municipios de Barrancabermeja y Puerto Wilches.

El Tren de los Derechos es una estrategia de la Unidad, desarrollada por el programa de acompañamiento de la entidad, cuyo fin es contribuir a la reparación integral de niños y niñas, víctimas del conflicto armado. A través de esta estrategia, reciben atención diferenciada, transformadora y efectiva, con enfoque de niñez y juventud.

A la actividad en estos dos municipios asistieron infantes de edades comprendidas entre los 6 y los 11 años de edad, quienes encontraron la manera de dibujar y estampar, en camisetas, sus sentimientos.

De manera paralela, la Unidad entregó la notificación de constitución del encargo fiduciario a cada menor, como medida de indemnización reparadora y les brindó una charla de la adecuada inversión de los recursos, una vez los reclamen en el banco cuando cumplan 18 años de edad.

Esta actividad logró orientar a los infantes en el aprendizaje significativo a través del juego recreativo, mediante el cual pudieron reconocer y apropiar los derechos de los niños y las niñas como ciudadanos colombianos y como víctimas del conflicto armado.

Para Shaira Solano, participante de la estrategia, este tren ha estado cargado de alegría y por eso expresa: “Me ha gustado mucho este lugar, y mi principal sueño que puedo cumplir con ese dinerito es ser médica, comprarme un pavo que me encanta por sus hermosos colores e ir a una finca y comprar vacas”.

Con los niños, niñas, padres, madres, acudientes, acompañantes, que asistieron al tren de los derechos se desarrolló la jornada en cinco estaciones, dentro de las cuales se destaca la estación 4, que es el momento en que se realiza la socialización con los padres, madres y acudientes sobre lo que es y significa un encargo fiduciario, con el fin de que ellos apoyen a sus hijos.

Para brindar valor agregado a esta actividad se permitió a los niños y niñas, a través de la técnica de estampado de camisetas, resaltar cual es el derecho que cada quien considera más importante.

“Tener una finca con mucho ganado, cultivar maíz y poder realizar mis estudios universitarios”: son los sueños que tiene Miguel Pino, uno de los niños participantes de la estrategia, que aspira a cumplirlos con parte del dinero que, como indemnización administrativa, quedó consignado en una entidad financiera y que podrá reclamar cuando cumpla la mayoría de edad.

Al final de la jornada, tanto los grandes como los chicos se sintieron complacidos y mostraron agradecimiento por el desarrollo de la actividad.