Este sujeto de reparación colectiva es el primer caso de reconocimiento a víctimas del conflicto armado con identidades de género y orientaciones sexuales diversas. Terminó el diagnóstico del daño y se programó el inicio de la formulación del Plan de Reparación.

Durante dos días se realizó una jornada en la que participaron la Mesa LGBT de la comuna 8 de Medellín, la Unidad para las Víctimas, la Defensoría del Pueblo, miembros de la organización Colombia Diversa y la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de Estados Americanos (MAPP-OEA), como organización acompañante, en cuya sede en Bogotá se realizó el encuentro.

En la jornada, la Mesa LGBT validó los daños colectivos ocasionados por el conflicto armado, con lo cual quedó finalizada la fase de diagnóstico del daño y la ruta de reparación colectiva sigue su desarrollo.

Con la metodología propuesta y previamente concertada con la Mesa LGBT y la Unidad para las Víctimas, fue posible avanzar satisfactoriamente en el proceso y programar el inicio de la fase Formulación del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC).

Jhon Restrepo, coordinador de la Mesa LGBT Comuna 8 de Medellín, afirmó que “la construcción colaborativa que se evidenció en este documento permitió que el trabajo realizado entre el colectivo, la Unidad para las Víctimas y las organizaciones presentes, concluyera esta etapa.”

La Mesa LGBT de la Comuna 8 de Medellín ha trabajado por más de diez años en la lucha por los derechos de las víctimas con identidades de género y orientaciones sexuales diversas en su territorio, lo que le ha permitido consolidar su trabajo de resistencia, memoria y diversidad en la ciudad.

Este grupo recibió la notificación de su inclusión en el Registro Único de Víctimas (RUV), por parte de la Unidad para las Víctimas, el 25 de enero de 2016 y se convirtió en el primer caso de reconocimiento a las víctimas con identidades de género y orientaciones sexuales diversas en el marco del conflicto armado.

Jhon Restrepo considera que este proceso es muy importante porque “primero, el colectivo puede reconstruir el tejido organizativo y sanar las heridas que ocasionó el conflicto armado y, segundo, es el primer colectivo LGBT del país que es reconocido como víctima del conflicto, haciendo que la construcción del PIRC se convierta en un gran aprendizaje e insumo para futuras oportunidades en donde se implemente el programa de reparación a colectivos con identidades de género y orientaciones sexuales diversas”.

En el encuentro participó la Subdirectora de Reparación Colectiva de la Unidad para las Víctimas, Juanita Ibáñez Santamaría.

Actualmente la Mesa LGBT se encuentra en un proceso de regreso al territorio para reactivar su trabajo en torno a la pedagogía social, intentando que la población LGBT víctima del conflicto armado pueda reconocerse en acciones de memoria y hacer visibles las violencias estructurales.

Reconocer y respaldar el restablecimiento efectivo de los derechos a las comunidades, organizaciones y grupos de víctimas del conflicto armado permite consolidar la reconstrucción del tejido social, la reparación y el fortalecimiento de los colectivos y su incidencia en los territorios.