Jun
12
2018

Unidad para las víctimas realizó jornada de autorreconocimiento étnico en Cúcuta

El objetivo era fortalecer el conocimiento de sus raíces, donde están sus saberes y su acervo cultural.

Natalia, una colombiana nacida en Panamá hace 66 años, hija de una indígena del istmo y un negro del Chocó, se sabe, se reconoce y ser declara orgullosa de ser una colombiana afrodescendiente. Sabe que también es indígena, pero la raza negra domina su genotipo y ella se queda en esa etnia.

“Yo no tengo complejos, si alguien me dice negra no me importa, no le doy importancia”, afirma, y con esa sentencia ha vivido en varias ciudades colombianas. Esa lección también es parte de lo enseñado a sus cuatro hijos y a sus nietos.

Natalia y otras 24 personas, casi todas afrodescendientes residentes en Cúcuta, participaron en la jornada de acompañamiento para la inversión adecuada de recursos con enfoque étnico, que ofreció la Unidad para las Víctimas.

“Hoy estamos trabajando en el autorreconocimiento de lo que son cada uno, de las raíces que tienen como grupo étnico, que les da saberes particulares, con los cuales incluso pueden emprender proyectos productivos individuales, familiares y colectivos”, explicó María Oliva Suárez, la profesional de acompañamiento de la Unidad en Norte de Santander.

Durante el evento los participantes recordaron los dulces, las bebidas y algunas comidas enseñadas por los abuelos. Otros, advirtieron que hay danzas, bailes y expresiones culturales que hacen parte del acervo cultural de los afrodescendientes, que deben rescatarse.

En medio de las reflexiones, también manifestaron que el aporte de la raza negra al deporte, especialmente al fútbol y a la música, es de lo más destacado en Colombia, pero que puede ser mayor con apoyo gubernamental.

Los asistentes son víctimas del conflicto armado, casi todos por desplazamiento forzado.