Mar
11
2016

Estrategia psicosocial con víctimas de violencia sexual da nuevo sentido a la mansión Montecasino

“Esto es una gran ayuda para sanarme. Después de la violación me volví una persona siempre triste, que se le olvidó reír y hablar y hoy volví a sonreír”. Graciela* es una sobreviviente de la violencia sexual en el conflicto que quiere reconstruir su proyecto de vida.

AntioquiaMedellín

“Esto es una gran ayuda para sanarme. Después de la violación me volví una persona siempre triste, que se le olvidó reír y hablar y hoy volví a sonreír”. Graciela* es una sobreviviente de la violencia sexual en el conflicto que quiere reconstruir su proyecto de vida.

Ella es una de las 25 mujeres que participan desde este viernes en la primera jornada de atención social con enfoque de género por los delitos contra la libertad e integridad sexual.  

La estrategia de recuperación emocional desarrollada por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas se inició con la denominada 'Escuela del Cuerpo', que a través de diferentes ejercicios dirigidos por un equipo de psicólogos les ayuda a sobreponerse a los miedos y el sufrimiento, para aumentar su autoestima, como parte de su reparación con enfoque de género.

Fue así como este grupo de mujeres se reconocieron como personas valientes y con valores que identificaron durante la jornada y plasmaron en dibujos de ellas mismas. Fe, familia, Dios, amor, respeto, esperanza, resistencia, sanación, valentía, libertad fueron algunas de las palabras más usadas para describir sus fortalezas, con las que proyectan superar las secuelas físicas y emocionales de su hecho victimizante.

Para Graciela, olvidar es imposible. Habitaba en el Oriente antioqueño en el año 1999, cuando su hijo de 14 años fue reclutado por las Farc. Ella reclamó que se lo entregaran y caminó durante horas hasta el campamento y en represalia a sus fuertes reclamos sufrió el abuso sexual.

Pero está decidida a “volver a ser una mujer alegre y trabajadora que fui desde joven. Por eso para este proceso sicosocial es más importante incluso que la plata (indemnización administrativa), porque si yo me sano puedo volver a trabajar y a hacer muchas cosas que dejé de hacer por lo malo que me ocurrió”.

Cristina Hoyos, una de las psicólogas de la Unidad para las Víctimas a cargo de la intervención, explica que la metodología denominada Escuela del Cuerpo pretende que “aprendan a reconocer su dolor y hacer el duelo y reconozcan que, a pesar de la victimización sufrida, no deben sentirse culpables o avergonzadas, porque si algo daña la violencia sexual es la autoestima. Y ellas ahora reconocen que tiene  habilidades para sobreponerse con el acompañamiento que hace la Unidad para las Víctimas”.

La primera jornada este viernes se realizó en la mansión Montecasino. Se trata de una de las primeras actividades destinadas a la atención a las víctimas en esta propiedad de los hermanos Castaño Gil (fundadores de grupos de autodefensas) tras el traspaso de Montecasino al Fondo de Reparación.

Estrategia de reparación con enfoque de género

La estrategia, pionera en el mundo por su alcance en cuanto al enfoque de género, hace parte del esfuerzo de la Unidad para la Reparación a Víctimas de  ayudar a la reconstrucción del proyecto de vida de las víctimas de violencia sexual en Colombia. Según el Registro Único de Víctimas, 13.598 personas han padecido delitos contra la libertad e integridad sexual. De este total 12.182 son mujeres (90% ) y 1.067 hombres.

En cuanto a la indemnización económica, un total de 5.488 personas ya fueron reparadas en Colombia (850 en Antioquia) por este delito con recursos por más de 15 mil millones de pesos. 

“Esta atención pretende abrirles el camino a estas mujeres para cerrar sus heridas y darles alas para sobreponerse. El acompañamiento que brinda la Unidad se suma a la compensación económica y a otras medidas de reparación que contempla la Ley de Víctimas”, asegura Paula Gaviria Betancur, directora de la Unidad para las Víctimas.

La estrategia de reparación integral de la Unidad enfocada a la violencia sexual comenzó este año con cerca de 500 mujeres en varios departamentos como Cauca, Cesar, Putumayo, Valle del Cauca, Magdalena, Bolívar, Meta, Antioquia, Quindío, Risaralda, Atlántico, Caquetá, Nariño, Huila y Chocó.