Hablar de desaparición forzada es hablar de una herida que el conflicto armado sigue dejando en la sociedad colombiana y que abarca a las 51.342 víctimas directas y a las más de 141.098 indirectas, es decir, los familiares que siguen enfrentando su ausencia y que hoy se encuentran incluidas en el Registro Único de Víctimas (RUV).
*Datos con corte al 31 de julio de 2023*
La información disponible en el Registro Único de Víctimas (RUV) revela que los departamentos en los que más ha ocurrido la desaparición forzada son Antioquia, con el 25% de los casos; Meta, con el 9% y Valle del Cauca, con el 5%.
En el 76,5% de los casos no se identifica el autor de los eventos victimizantes; en el 12,7%, se identifica como autores a los grupos guerrilleros y en el 9%, a los paramilitares.
Es señalar que esta información se obtiene con base en las declaraciones de las víctimas (en este caso, de los familiares de las víctimas directas) que son de carácter voluntario y dan cuenta de su percepción o interpretación.
El 89,64% de las víctimas directas eran hombres; el 10,30%, mujeres y el 0,03% personas con Orientación Sexual e Identidad de Género Diversas (OSIGD).
De acuerdo con la información relacionada por quien presenta la declaración, 96,29% de las víctimas directas no relaciona pertenecía étnica.
El 2,4% fue relacionado como negro(a)/afrocolombiano(a),
1% como indígenas,
0,3 como raizal del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina
0,1% como palenquero
0,01% como gitano(a) o Rrom.
*Datos con corte al 31 de julio de 2023*