Con ganado y tierra fértil, víctimas emprenden nueva vida en Antioquia
Como reparación, familias campesinas desplazadas de la costa Atlántica recibieron dotación de herramientas para la agricultura y ganado tras ser reubicadas en una finca incautada al narcotráfico en Ebéjico.
Por el conflicto armado se desplazaron de varias regiones de la costa Atlántica abandonando todo. Ahora, esas siete familias podrán producir buenas cosechas y criar ganado en una tierra fértil, que en el pasado fue propiedad de narcotraficantes y que en el presente sirve para reparar a las víctimas.
Como parte de su reparación y con el fin de mejorar su calidad de vida, los campesinos recibieron de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas en Antioquia dotación de herramientas agropecuarias y 16 reses con su alimento para garantizar su seguridad alimentaria con la producción agrícola y ganadera.
La llegada de los insumos y los bovinos lleno de sonrisas a los campesinos para emprender una nueva vida en la finca Guzmanito, en el municipio de Ebéjico (Antioquia), que fue propiedad de narcotraficantes (hermanos Galeano) antes de ser incautada por las autoridades. Allí llegaron hace un año después de ser desalojados de un predio en Barranquilla, que invadieron por el desplazamiento forzado que sufrieron en Bolívar, Cesar, Córdoba, Sucre, Magdalena y Atlántico.
Su deseo de vivir en paz y empezar de nuevo se cumple. Por eso con entusiasmo desempacaron los azadones, barras, machetes, fumigadoras, motosierras, bombas, guadañadoras, melazas y sales para distribuirlas entre ellos. “Con estas herramientas vamos a cultivar mejor el plátano, el maíz y hasta el café que no se ve en la costa, pero aquí hemos aprendido a sembrar porque la tierra es muy buena”, dijo Eusebio Robles, quien se desplazó del Cesar tras una incursión armada en 1999 en la que asesinaron a varias personas.
Para Iván Cañas, desplazado de Norte de Santander por la disputa entre grupos armados ilegales y uno de líderes de la comunidad, “esto significa para nosotros algo grande porque estamos empezando a surgir nuevamente con este apoyo del Gobierno, es una gran bendición estos insumos, el ganado y es como una semilla para que se reproduzcan”.
Luego volvió a sonreír viendo como sus compañeros arreaban el ganado cebú desde el sitio de desembarque del camión hasta los corrales. Allí recordó que “así comenzaron nuestros abuelos, con una novilla y fueron grandes ganaderos”.
Articulación a favor de la reparación
El director de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas en Antioquia, Wilson Córdoba Mena, destacó la articulación con la Agencia Nacional de Tierras “para garantizar que se conserve el arraigo y cultura campesina de estas familias que sufrieron el desplazamiento, que le están apuntando al emprendimiento colectivo y van a tener una mejor calidad de vida con estos proyectos en estas tierras”.
Además, indicó que, por su gran extensión, la finca incautada al narcotráfico fue parcelada para beneficiar a población sin tierras y las siete familias víctimas del conflicto, las cuales también recibieron este año ayuda humanitaria y recursos para el transporte de sus enseres desde Barranquilla a su nuevo hogar en Ebéjico.
Esa oportunidad de continuar la vida en el campo hace feliz a Iván Cañas. “Somos campesinos, hijos de campesinos y agricultores, entonces estamos muy contentos de empezar una nueva vida en este lugar distinto, en la costa teníamos finca, pero ahora nos da una tierra de mejor producción. Ya somos hijos adoptivos de Antioquia”.
En total, entre 2012 y 2018, la Unidad para la Reparación a las Víctimas ha invertido en Antioquia 2,4 billones de pesos para la reparación individual, ayuda humanitaria, proyectos de infraestructura social y comunitaria, atención sicosocial para la recuperación emocional y la indemnización económica de esta población.