Retorno en las veredas del Catatumbo
Para conocer los avances en el proceso de retorno de los municipios de la región del Catatumbo, en Norte de Santander, se realizó una visita a la vereda El Cauca, en el corregimiento de Pueblo Nuevo, Ocaña, por parte de la Subdirección Nación Territorio de la Unidad para las Víctimas y consultores de la Oficina del alto Comisionado para la Paz.
Para conocer los avances en el proceso de retorno de los municipios de la región del Catatumbo, en Norte de Santander, se realizó una visita a la vereda El Cauca, en el corregimiento de Pueblo Nuevo, Ocaña, por parte de la Subdirección Nación Territorio de la Unidad para las Víctimas y consultores de la Oficina del alto Comisionado para la Paz.
La vereda El Cauca está a 40 minutos de Ocaña, en el corregimiento de Pueblo Nuevo, zona anteriormente deprimida por sus graves y constantes problemas de orden público, producto del conflicto armado. Sin embargo, desde hace casi cuatro años la Subdirección Nación Territorio, junto con la Dirección Territorial del Norte de Santander de la Unidad para las Víctimas; la comunidad y la junta local, vienen trabajando en un proceso de retorno. Claudia Santamaría, subdirectora de Nación Territorio, asegura que la estrategia de coordinación de retornos se enfocó específicamente a la región del Catabumbo: “hicimos una estrategia para esta región donde no sólo trabajamos el municipio de Ocaña sino, El Tarra, San Calixto y Hacarí y logramos cosas importantes, constatamos que cuando hay compromisos de las alcaldías y la comunidad, se generan buenos resultados”.
La comunidad carecía de herramientas y utensilios para la Escuela y el restaurante escolar, espacios a los que asisten alrededor de 25 a 30 niños diariamente. Hoy día, el restaurante cuenta con microondas, vajillas, envases, entre otros; objetos que se conservan en muy buenas condiciones gracias a la administración responsable de las mujeres habitantes del lugar. Entre los beneficios del trabajo focalizado también se encuentran los programas de desayunos y almuerzos comunitarios, labor en conjunto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Por otro lado, y para garantizar la seguridad de los niños, se hizo el encerramiento de la Escuela, labores en las que se resalta la mano de obra comprometida de la comunidad, decisiva para la apropiación de ese espacio.
En la vereda El Cauca se han garantizado los derechos del retorno: la educación, la seguridad y la dignidad. “Es la experiencia materializada de que se cumple y es sostenible”, afirma Claudia Santamaría. Este mejoramiento es palpable también en la ampliación de las cocinas de cada vivienda y en la construcción de cocinas sin humo, así como la adquisición de baterías sanitarias para mejorar las condiciones de higiene y salubridad de los habitantes. Cabe resaltar que hoy día los habitantes de la vereda se encuentran trabajando en proyectos productivos que involucran cebollín, tomate, apio, yuca, guanábana, aguacate, limón, entre otros, productos que venden en la ciudad de Ocaña y ya hay 6 familias que son beneficiarias del Subsidio Integral Directo de Reforma Agraria (Sidra), oferta del Incoder que contribuye al desarrollo rural. Sin embargo, una de las dificultades que se presenta y la que más incide en la salida de los productos es el no tener buenas vías de acceso que faciliten el transporte de los productos que les generan ingresos, “para ello las entidades y la comunidad deben mantenerse articuladas y comprometidas, de manera que se pueda responder a las demandas”, agrega la Subdirectora. Para contrarrestar esta dificultad, tanto la alcaldía como la comunidad, han realizado arreglos en los trayectos más precarios para neutralizar este obstáculo.
La Subdirección Nación Territorio, la Dirección Territorial, entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (Snariv), la comunidad y la alcaldía de Ocaña continúan trabajando por el bienestar y el retorno digno de las víctimas a sus tierras.