
Unidad participó en encuentro de jóvenes amenazados por reclutamiento forzado
Según cifras del IBF, en lo que va corrido del 2018, 24 menores de edad han tenido que abandonar, solos o acompañados, sus hogares en el Catatumbo por amenazas de reclutamiento.

La Unidad para las Víctimas participó de un encuentro con jóvenes desplazados por amenazas de reclutamiento forzado y sus familiares convocado por la Consejería de Derechos Humanos de la Presidencia de la República.
Allí revisó la inclusión en el registro de víctimas de ellos y sus familiares, provenientes de municipios de la zona del Catatumbo.
Al evento asistieron funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la alcaldía de Cúcuta, el Consejo Noruego, la Unidad para las Víctimas y diez menores de edad y sus familiares.
“Este encuentro es un acercamiento institucional para mirar las ofertas y los avances en la reparación de estos niños, niñas, jóvenes y adolescentes”, dijo Dayron Castro, delegado de Derechos Humanos de la Presidencia.
Por su parte, María Oliva Suárez, profesional de acompañamiento de la Unidad, señaló que en esta ocasión se miraron individualmente los procesos para ver lo que tenían pendiente en ayudas o documentación.
Según cifras del IBF, en lo que va corrido de 2018, 24 menores de edad han tenido que abandonar, solos o acompañados, sus hogares en el Catatumbo, porque guerrilleros o delincuentes de bandas criminales los han abordado con la intención de reclutarlos.
A Jenny le pasó. “Yo vivía con mi mamá y dos hermanas. Un día un guerrillero se me acercó y me dijo que yo era muy bonita y que debía verme muy linda con uniforme. Me busco tres veces y a la tercera dijo que me iba a raptar, que me iba a llevar”, recordó la joven durante el encuentro.
Por eso su mamá decidió viajar a Cúcuta con Jenny y otro de sus hijos, que también recibía las mismas amenazas. En la capital de Norte de Santander, la familia recibió ayuda humanitaria de la Unidad, y Jenny ha terminado varios cursos en el SENA, con los que se prepara para empezar una nueva vida.
“Estamos empezando de cero, pero nos han ayudado mucho. Yo estoy estudiando Asistencia Administrativa”, señala la joven, que también hizo cursos de nómina, prestaciones sociales y servicio al cliente.